Opinión: La derrota de Nicolás Maduro

Nicolás Maduro.

Gubidxa Guerrero

[Texto publicado en Enfoque Diario el martes 16/Abr/2013] 

Nicolás Maduro será Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela. No hay vuelta de hoja. Así lo señalan las autoridades electorales de una de las democracias más sólidas del mundo.
     Sin embargo, a pesar de la victoria formal ante Henrique Capriles, candidato opositor, Nicolás Maduro fue derrotado. 
     Mientras que Hugo Chávez Frías ganó perdiendo en 1992 ―durante el intento de rebelión militar en contra de los poderes constituidos―, el sucesor por él designado perdió ganando…
     El chavismo parecía imbatible hasta el domingo 14 de abril. Hugo Chávez ganó todas sus elecciones presidenciales por respetable margen, en contra de los partidos coaligados contra él. Conforme pasaban los años aumentaba su popularidad, tal como lo demostró la elección del 7 de octubre de 2012, en que derrotó a Henrique Capriles por casi diez puntos porcentuales.
     Pero Hugo Chávez dejó de existir, y designó públicamente como su continuador político a Nicolás Maduro. 
     Pero a pesar de todo el espectáculo mortuorio que se montó para despedir al Comandante Chávez; a pesar de la llegada de muchos mandatarios de todo el mundo, y de que las despedidas siempre son conmovedoras, Maduro no pudo mantener el respaldo popular del difunto.
     Eso en sí mismo constituye una derrota, no electoral, pero sí moral. Por ello la izquierda venezolana debe hacer un examen autocrítico revisando detalladamente errores, tal como ha propuesto el Presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello. Por eso la dirigencia chavista debe repensar las estrategias de comunicación con el pueblo.
     Mientras el sistema político venezolano esté abierto a la participación de todos, y a la voluntad de las mayorías, los principales actores del juego electoral deberán replantearse las estrategias.
     Capriles lo entendió muy bien, tal como antes lo hizo Hugo Chávez. Ambos fueron grandes comunicadores. Mejores que Nicolás Maduro. Pero a éste lo respalda la historia y un programa político incluyente. Lo respaldan, también, las declaraciones de Hugo Chávez poco antes de su muerte.
En una ocasión, al referirse a la dirigencia de su país, Edén Pastora, ex guerrillero nicaragüense, dijo algo así: “el problema del Directorio es que cada uno se creía Fidel Castro, cuando ni todos juntos hacían un Fidel Castro”. 
     Hugo Chávez cantaba, reía y se comunicaba directamente con el pueblo, porque se ganó ese derecho. Pero recordemos que en sus inicios se portaba como un político correctísimo. Maduro debe aprender a conducirse con estilo propio. Se entiende que se haya valido del luto nacional para atraer votantes, pero ahora que será Presidente deberá aprenden a ganarse el apoyo popular por su cuenta.