Prisioneros israelíes, cuales Libros Sibilinos

Gubidxa Guerrero Luis 

Cuentan las historias de la antigua y grandiosa Roma que cierta vez llegó una anciana, la Sibila de Cumas, con el Rey Tarquino el Soberbio. Solicitaba un pago fabuloso por nueve libros proféticos. El Rey se negó, creyendo que ella rebajaría el precio. Entonces la anciana destruyó tres de los nueve libros y volvió a solicitar la altísima cantidad, lo que sorprendió al gobernante, quien no pagaría por seis lo que se había negado a entregar por nueve ejemplares. La Sibila se deshizo de tres piezas más, lanzando su última oferta: tres libros proféticos a cambio de la cantidad inicial. Tarquino el Soberbio aceptó. 

De cuando un lujoso restaurante negó el ingreso a Francisco Toledo

Gubidxa Guerrero

Deseo recrear la historia de cuando Meuxubi, en castellano Alacrán, y Guchaachi', Iguana en español, fueron rechazados de un restaurante en Ciudad de México y salieron bien librados. 

Esta anécdota la ha referido el gran amigo Margarito Guerra, hombre bien relacionado y mejor apreciado por las principales familias zapotecas regadas por el mundo. Se la escuchó a Ta Andrés Henestrosa y se la confirmó Ta Chico Toledo; por tanto debe ser verídica, porque los tres son hombres de palabra. 

Entraban a un restaurante lujoso dos de los más grandes personajes que ha dado la estirpe zapoteca en los cien años recientes. Deseaban conversar con una buena cerveza, aromático vino y deliciosa comida Andrés Henestrosa y Francisco Toledo, verdaderos genios; el uno de las letras y el otro de las artes plásticas.