Peligro de paramilitarismo

Gubidxa Guerrero 


México está manchado de sangre. Decenas de miles de muertos y desaparecidos son prueba suficiente de una estrategia fallida de combate al crimen organizado. El mal, no obstante, tiene menos que ver con la delincuencia que con la corrupción que impera en nuestros cuerpos policíacos. Los buenos somos más, muchos más, que los delincuentes. Sin embargo, unos pocos son capaces de corromper a autoridades incompetentes, volviéndolas cómplices de los males.
     
En muchas Entidades Federativas combatir el crimen es una quimera. Es como pensar que un sediento cerraría la llave de agua que lo surte… Desagraciadamente, muchos policías trabajan para los grupos delictivos, lo que provoca desconfianza en la sociedad. Y ante casos alarmantes se ha llegado a la conformación de policías comunitarias, que son cuerpos de seguridad tradicionales en muchas regiones indígenas del país. 
     
En el Estado de Guerrero existen estas policías desde hace siglos, así como en otros pueblos originarios. El modelo más usual es el siguiente: durante el cambio de las autoridades tradicionales, se designa a los ciudadanos que habrán de integrar el cuerpo de policía de la población. A éstos se les da una modesta capacitación y, en algunos casos, también armamento. Al ser vecinos de la comunidad, hay una confianza en los policías del pueblo, pues el pueblo los elige y los renueva anualmente.
     
El tema tomó relevancia por la coordinación que comenzó a darse entre pueblos distantes, de tal manera que había cientos de policías comunitarios trabajando enlazados. Llamó más la atención cuando estos guardias empezaron a combatir delitos federales, como secuestro y tráfico de drogas. 
     
Personas armadas siempre constituirán un peligro si no cuentan con la capacitación debida. Personas capacitadas, en el bando incorrecto, serán un peligro mayor. Ante esta paradoja las autoridades no saben qué hacer, y en muchas regiones del país se está reproduciendo esta forma de autodefensa ante la mirada atónita de los gobernantes.
     

Opinión: Renuncias necesarias


Luego de la anuncio del Papa un rayo cayó sobre la Basílica
de San Pedro. Foto tomada de Internet.


Gubidxa Guerrero 

[Texto publicado en Enfoque Diario, el miércoles 13/Feb/2013]
A todos nos tomó por sorpresa la renuncia del Papa. En los últimos siglos ningún Obispo de Roma había dejado voluntariamente el cargo. Tan bien que me cae. Hasta lo sigo en Twitter. Pese a lo que muchos piensan, ha hecho bastante por sanear moralmente a la Iglesia. Me parece no sólo un gran líder para la comunidad católica en el mundo, sino un magnífico Jefe de Estado.
     Tal como su antecesor es recordado como el Papa viajero, Benedicto XVI lo será por su inesperada renuncia. No me detendré a aventurar hipótesis de las que cientos ya se han publicado. Más bien, aprovecharé la oportunidad para recordar la invitación que hizo el poeta Javier Sicilia hace algún tiempo a los malos funcionarios.
     El "si no pueden, ¡renuncien!" se ha transformado en tendencia en Twitter, invitando a hacer lo propio al inquilino de Los Pinos. El hashtag #PeñaRenunciaTeApoyamos se apoderó de la popular red social, aprovechando que la abdicación del Papa es la nota de actualidad. Lo anterior, si bien no representa a una mayoría abrumadora, es síntoma de la frustración social para con la clase política en general. Uno de los mensajes con más reproducciones, complementa: "Puedes justificarlo por pendejez, idiotez, delincuencia o corrupción. Motivos no te faltan. Tienes nuestro apoyo total".
     ¿Cuántos malos funcionarios siguen ocupando responsabilidades para las que no están capacitados? ¿Cuántos personajes no sólo no dejan los cargos que ejercen negligentemente, sino que luchan por alcanzar puestos más altos?
     El mensaje que el Papa dio al mundo está haciendo eco en millones de personas, que piensan que sí él fue capaz de hacerse a un lado por el bien de la Iglesia ―aunque nada lo obligaba a ello― muchísimos funcionarios nocivos podrían imitarlo.
     Pero, oh, triste realidad. No sólo permanecerán; sino que los políticos mexicanos incompetentes pueden tener la tranquilidad de que, por ahora, nadie los echará y que, llegado el tiempo, quizás terminen dando clases en alguna universidad extranjera...

Opinión.- “Los pueblos ya hablaron”: Carlos Beas

Fotografía.- Nelson Morales.


Gubidxa Guerrero 

[Texto publicado en Enfoque Diario, el martes 12/Feb/2013]

El tema de los parques eólicos en el Istmo de Tehuantepec sigue candente. Recién acaban de manifestarse varios centenares de pescadores y campesinos de Álvaro Obregón, Agencia Municipal de Juchitán, y los diarios nacionales, así como las agencias de noticias mundiales, recogen el sentir de una población cada vez más numerosa que se opone a la instalación del proyecto de Mareña Renovables.
     Uno de los protagonistas de esta historia es Carlos Beas, dirigente de UCIZONI (Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo A. C.), que se ha solidarizado con los comuneros que exigen la cancelación del proyecto eólico en los terrenos de San Dionisio del Mar.
     Para conocer de manera directa su versión, presento extractos de la entrevista que realicé al ya mencionado. Desde “alguna carretera de este país”, Carlos Beas accedió a responder las interrogantes de quien esto escribe.
     ¿Por qué tuvo que marcharse temporalmente del Istmo? 
     “Desde el mes de Octubre pasado recibí amenazas de muerte vía telefónica, mismas que se agudizaron en diciembre, en medio de una intensa campaña de denostaciones por parte de diputados priístas, dirigentes empresariales y mercenarios periodísticos. A fines de enero, esta situación se hizo aún más difícil por lo que tuve que solicitar medidas cautelares a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”.
     ¿Qué motivó a que UCIZONI, que está activa en la zona norte del Istmo, se involucrara en el conflicto de San Dionisio del Mar?
     “La zona de trabajo UCIZONI es mucho más amplia que la llamada zona húmeda. UCIZONI tiene además presencia amplia en el bajo Mixe y en Choapam, e incluso en Lachiguiri y la zona Poniente de Tehuantepec, y por supuesto en Xadani y Unión Hidalgo. Desde hace muchos años, tenemos relaciones de solidaridad y trabajo con los compañeros ikoots de San Dionisio y San Francisco del Mar. UIZONI ha estado llevando maíz criollo, barato y de buena calidad a esa zona, y ha aportado con asesoría legal, transmisores de radio y algunos otros proyectos de tipo productivo y cultural. Un principio de UCIZONI es la solidaridad con los pueblos que luchan por la defensa de su territorio y por la autonomía”.
     Los proyectos no son buenos o malos por sí mismos, sino muchas veces dependen de los contextos económicos, políticos y/o culturales. ¿Qué aspectos les parecen esenciales para oponerse a Mareña Renovables en San Dionisio?
     “Este proyecto es costero, a diferencia de todos los demás. Su ubicación, según algunos especialistas --e incluso lo acepta la misma CONABIO-- tendrá un impacto ambiental importante que afectará de manera radical la fuente de alimentos de las poblaciones ribereñas. En la zona lagunar unas 5,000 familias indígenas tienen a la pesca como actividad económica principal. De instrumentarse el proyecto, se afectará la forma de vida de pueblos que tienen unos mil años viviendo de la pesca.
      Los acuerdos en torno al proyecto se han construido con base a los sobornos y a la operación de las redes caciquiles que operan en la zona, y cuando hablo de estas redes no me refiero nada más a los priístas, ya que algunos dirigentes de la COCEI se han enriquecido en torno a éstos. 
     Hasta ahora son mínimos los beneficios que han dejado los parques eólicos al Istmo. Ni siquiera pagan impuesto predial en Oaxaca. El empleo que generan es muy pequeño y han significado formas burdas, pero legales, de despojo de tierras y pérdida de capacidad productiva, de los que hay muchos ejemplos. Este modelo saquea, destruye identidades y empobrece y genera conflictos al interior de las comunidades”.
     ¿Cabría la posibilidad de renegociar los contratos? o están por la negativa rotunda...
     “En el caso de los parques que ya están funcionando se tendrían que revisar los contratos y obligar a que las empresas cedan energía a las comunidades (hospitales, escuelas, etc.) y suprimir  cláusulas leoninas y restrictivas. En el caso del parque eólico de San Dionisio, los pueblos ya hablaron el día 7 de noviembre pasado y UCIZONI se suma a ese no rotundo”.
     Antes de finalizar la conversación, le comento que será bueno conocer la otra cara de la moneda, cosa que procuraremos hacer en lo inmediato. Carlos Beas acepta que debe existir un debate, un diálogo con argumentos razonados. Sin embargo, apunta: “ha sido lamentable y condenable la intervención del gobierno del Estado, el cual desplazó su agenda política por un portafolios de negocios. Por esa razón, el gobierno es parte del conflicto y no tiene capacidad ni calidad de convocar al dialogo”.
     Será forzoso, entonces, que una organización apartidista convoque al mismo, le digo, y nos despedimos.

Opinión: AMLO y la COCEI

Fotografía tomada de Intenet.


Gubidxa Guerrero 

[Texto publicado en Enfoque Diario, el lunes 11/Feb/2013]

Andrés Manuel López Obrador va camino a su tercera elección presidencial. Si algo caracteriza al ex jefe de gobierno del Distrito Federal es su persistencia, que lo hace levantarse una y otra vez. Así sucedió en 2006, cuando perdió la elección por menos de un punto porcentual. Tal parece que así acontecerá nuevamente, luego de haber sido vencido, en batalla desigual, por Enrique Peña Nieto.
     Los hilos de la política son muy delgados. Tanto, que caben en cualquier orificio de aguja. Un dicho reza que en la política no hay ideales sino intereses, y tal cosa se constata cuando vemos alianzas incongruentes. Y no me estoy refiriendo a la coalición electoral PAN-PRD en el Estado de Oaxaca, sino a la mancomunión entre dos tendencias diametralmente opuestas: el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y la llamada Coalición Obrero Campesino Estudiantil del Istmo (COCEI).
     El primero está encarnado en la figura de su líder: Andrés Manuel López Obrador. El segundo, en la de sus patrones: cada uno de los dirigentes “históricos” del otrora grupo de izquierda. 
     Mientras que en lo nacional, Morena ha mantenido un discurso contra la corrupción, el influyentismo, y demás vicios políticos; en lo regional, la llamada COCEI se ha degradado más que el PRI en sus peores años.
     ¿Cómo puede alguien apoyar a López Obrador si se le mira rodeado de personajes que tanto daño han hecho a Juchitán y al Istmo todo? No hay cosa más contradictoria que ver a una persona de la estatura de AMLO acogido por operadores políticos que invaden terrenos de ancianos, que amenazan y chantajean a la ciudadanía bajo cualquier pretexto y que mantienen en la zozobra a decenas de miles de personas. 
     También resulta irónico que, mientras Andrés Manuel ha sostenido un discurso en defensa de la soberanía energética, sus aliados en el Istmo sean el brazo ejecutor del despojo a los bienes comunales de muchos pueblos, así como el puntal que sostiene algunos proyectos transnacionales.
     Triste espectáculo se vivió ayer en Juchitán. Lo mismo pasó en Tehuantepec y en otros puntos donde hizo paradas el dos veces candidato presidencial. El pueblo no apoyará a quien se rodee de gente que tanto daño le ha causado al mismo pueblo. Es algo que debería saber bien el tabasqueño. Dime con quién andas y te diré quién eres…

Adolfo C. Gurrión

Adolfo C. Gurrión en La Paz. 1907.


Por Gubidxa Guerrero

[Texto publicado en Enfoque Diario, el domingo 10/Feb/2013] 

Contaré la historia de un joven diputado zapoteca que fue asesinado a la edad de 33 años. Se llamaba Adolfo C. Gurrión. Fue profesor y periodista. Originario de Juchitán, vivió en la Sexta Sección, así como en Cheguigo. 
     Nació el 20 de octubre de 1879, justo cuando comenzaba el gobierno que dirigiría los destinos de México por tres décadas. Tal vez porque no conoció a otro presidente que no fuera Porfirio Díaz, luchó desde su juventud por la democratización de la vida política nacional.
     Fue corresponsal en el Estado de Oaxaca del periódico Regeneración, que dirigían los hermanos Enrique y Ricardo Flores Magón, y que publicaban en San Luis Missouri. 
     A los 26 años de edad (año 1905) conoció el presidio. En su región natal fue perseguido por los Jefes Políticos de Juchitán y de Tehuantepec. A esa misma edad, en la ciudad de Oaxaca (principios de 1906), publicó su propio periódico que tituló La Democracia
     Fue encarcelado por el contenido de sus textos, pues a varios políticos importantes no caía bien lo que escribía el joven Adolfo. Sometido a prisión inhumana, sobrevivió ocho meses en una mazmorra conocida como Martinica en la capital del Estado.
     Aunque era un apasionado de la pluma, Gurrión ejerció como profesor en varios puntos del país, desde su tierra natal hasta el norte del territorio nacional. Cuando estalló el movimiento armado de 1910, Adolfo C. Gurrión se encontraba en Baja California, en calidad de Secretario de la Inspección General de Educación, con residencia en La Paz. Pero a los pocos meses buscó incorporarse de lleno a la vida pública mexicana.
     En mayo de 1911 Porfirio Díaz dejó la Presidencia de la República luego de un breve estallido social; cargo que ocuparía poco después Francisco I. Madero. 
     El 2 de noviembre de 1911 inició en Juchitán una rebelión encabezada por el licenciado José F. Gómez, más conocido como Che Gómez, quien sería asesinado un mes después. Exigían la supresión de la tutela de los gobiernos centrales sobre el Istmo, mediante su elevación a Estado o Territorio Federal. El único personaje que pudo llegar a los rebeldes, intercediendo por éstos, fue el profesor Gurrión, quien en ese entonces contaba con 32 años, pero que ya gozaba de la estima y el respeto de los paisanos. 
     En 1912 contendió por la diputación federal de su Distrito natal. El voto de sus paisanos lo convirtió en Diputado de la XXVI Legislatura de la Unión, que entró en funciones en septiembre de 1912, poco antes de cumplir sus 33 años de edad.
     Sorprendió de inmediato a los asambleístas no sólo por el radicalismo de su postura política, sino también por la distancia que marcó respecto la diputación oaxaqueña. Denunció públicamente el carácter reaccionario y caciquil de ésta, desmarcándose de la mayoría de legisladores de su Estado. 
     En la intervención referida expresó:
“valía más que en aquel momento [un año antes, durante la rebelión de José F Gómez] se proclamara la independencia del Istmo, como he de tener la satisfacción de proclamarla yo algún día. Sí señores, tendré la satisfacción de ello… La independencia del Istmo respecto del Estado de Oaxaca, lo aseguro, señores, porque el Istmo no ha esperado ni esperará nada absolutamente de los gobiernos de Oaxaca”. 
El joven diputado resultó ser, además de liberal antiporfirista, autonomista, posturas que no le serían perdonadas poco después.
     En enero de 1913 Gurrión estuvo en el Istmo procurando conciliar a verdes y rojos, bandos antagónicos en que se había dividido la familia juchiteca, así como casi todas las poblaciones istmeñas. 
     En febrero de 1913 se vivió un golpe de Estado en la capital del país; episodio conocido como la Decena Trágica, en el que perdieron la vida el Presidente Madero, así como su vicepresidente José María Pino Suárez. Luego del asesinato de éstos, Adolfo siguió concurriendo a la Cámara de Diputados, manteniendo una postura independiente frente al Gobierno de Victoriano Huerta, hasta que se hizo imposible su permanencia.
     En agosto se marchó de la capital en búsqueda de los revolucionarios que en el norte combatían al lado de Venustiano Carranza. Antes de embarcarse en Coatzacoalcos (antes Puerto México), decidió pasar a su región natal, donde se vivía una situación delicada, cn tintes de rebelión, por la fuga de presidio del militar tehuano Alfonso Santibáñez.
     Muchos tehuantepecanos se refugiaron en Juchitán por esos días, y ante la falta de garantías, el todavía Diputado Adolfo C. Gurrión decidió intervenir ante el Ministro de Gobernación Aureliano Urrutia, mediante un telegrama que a la letra decía: 
“En nombre tranquilidad esta región diríjome usted con motivo último levantamiento Tehuantepec, muchísimos tehuantepecanos pacíficos emigraron ésta y encuéntranse aquí; habiéndose presentado a Autoridades Locales. Anoche fueron aprehendidos por orden Jefe Político Tehuantepec, comerciante Ángel González e Hijo. Este hecho alarma ondamente no sólo emigrados sino también vecinos juchitecos. Creo si continúan presos señores González, emigrados tehuantepecanos marcharán diferentes rumbos por falta garantías y temor persecuciones. Háyanse aquí precisamente buscando tranquilidad. Ocurro a usted porque sé que puede evitar mayores desmanes a esta región”.
     Trágica sería su suerte, pues la misma comunicación que envió al brazo derecho de Victoriano Huerta, intercediendo por sus paisanos, le costaría la vida. Al enterarse de que Gurrión se encontraba en Juchitán, Urrutia escribió el 15 de agosto al General Lauro F. Cejudo, acantonado en Ixtepec, un telegrama que decía: 
“Adolfo C. Gurrión, conocido agitador se encuentra en Juchitán haciendo labor perniciosa. Estimaré a usted por tanto, que valiéndose de los medios que estime más oportunos y eficaces, se sirva ordenar la detención de dicho individuo y tan pronto lo tenga en su poder, procure recabar pruebas de su culpabilidad y sin vacilación alguna aplíquele todo el rigor de la ley. Ya doy órdenes a este respecto al Jefe Político de Juchitán con quien suplico usted se ponga de acuerdo para hacer cumplir órdenes comunicadas”. 
     El 17 de agosto, el joven diputado Adolfo C. Gurrión fue ejecutado en el pueblo de Chihuitán por una partida de soldados a las órdenes de Capitán Arturo Canseco, quien en premio obtuvo un ascenso. La versión oficial fue que se le detuvo por dirigir el “motín de Tehuantepec”, (junto con el Diputado Crisóforo Rivera Cabrera, quien no fue aprendido porque logró ocultarse), y mientras se le conducía a la capital del Estado “una partida de bandoleros asaltó a la escolta”. La clásica ley fuga
     Por fortuna para la historiografía, los telegramas cruzados con las órdenes del artero asesinato lograron conservarse, y en ellos consta la responsabilidad intelectual del hecho: Aureliano Urrutia, Ministro de Gobernación. 
     Aquí transcribimos algunos. Del 16 de agosto de 1913, dirigido al Ministro de Gobernación: 
“En estos momentos aprehendido Adolfo C. Gurrión conforme instrucciones de usted y téngole detenido cuartel ésta. Salgo inmediatamente conferenciar Jefe Armas sobre asunto y comunicaré resultado”. Firma: el Jefe Político Ignacio Dávila. 
La respuesta de Urrutia no se hizo esperar: 
“Proceda usted con Adolfo C. Gurrión en los términos de mi mensaje de anoche, sin pérdida de tiempo, procurando no dar lugar a que se interponga recurso alguno obre desde luego a fin de evitar influencias, pero con toda discreción y sigilo. Reitero a usted mi recomendación: energía y actividad”. 
Ese mismo mensaje enviado al Jefe Político de Juchitán se le transcribió al Jefe de Armas de Ixtepec, quien tendría que dar las órdenes para el crimen. Una vez asesinado el joven Diputado, el 17 de agosto, Lauro F. Cejudo escribió al Ministro de Gobernación: 
“Hónrome comunicar a usted que hoy en la madrugada fue pasado por las armas el Diputado Gurrión y un bandido procedente de Santa Lucrecia, apareciendo del parte que rinde el Capitán Canseco que fue atacada escolta resultando muerto Diputado Gurrión y un rebelde. Recomiendo Capitán Canseco por buen desempeño de comisión”.
     Hace 100 años mataron a Francisco I. Madero. Poco después ejecutaron cobardemente a un Diputado zapoteca que antepuso los ideales libertarios y autonomistas, a las comodidades de la vida política. A Madero y a los hombres idealistas asesinados en 1913, nuestro reconocimiento. Al profesor Adolfo C. Gurrión nuestro respeto y admiración.