¿Quién fue José Gregorio Meléndez?

Gubidxa Guerrero 

El desconocimiento de la historia zapoteca es alarmante. Conforme avanza el tiempo, los personajes que entregaron sus vidas por nuestros pueblos van olvidándose. Las nuevas generaciones ignoran los nombres y hechos de quienes tanto hicieron porque hoy la planicie costera del Istmo de Tehuantepec tuviera las condiciones mínimas de vida decorosa.

La fiesta de Chihuitán

Gubidxa Guerrero 

Santo Domingo Chihuitán es un pintoresco pueblo zapoteca. Ubicado en la planicie costera del Istmo de Tehuantepec, celebra una de las fiestas más concurridas de la región: el Cuarto Viernes de Cuaresma.
     
Desafortunadamente esta festividad ha perdido algo de esplendor, porque muchos van olvidándose de la tradición de visitar Bixhahui, como se conoce en idioma zapoteco a esta comunidad hermana. 
     
Para saber la importancia que antaño tenía esta celebración basta conocer dos textos: el primero de ellos es un documento con más de 150 años de antigüedad, firmado por José María Muñoz, en un período histórico turbulento, pues José Gregorio Meléndez se hallaba alzado en armas. El segundo es un texto literario recopilado por el miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, Víctor de la Cruz, e ilustrado por el pintor de fama mundial Francisco Toledo.

La música zapoteca del Istmo: un proceso continuo

Músicos ciegos en Juchitán. Ilustración de Miguel Covarruvias
Gubidxa Guerrero

Hace algunos meses publiqué un artículo sobre La Sandunga, pieza representativa de los zapotecas istmeños. Por lo anterior recibí varios comentarios preguntando por aspectos particulares de nuestra música. Todas las preguntas podrían resumirse en una sola: ¿Cuál es el origen de la música zapoteca?

Antes que todo, debo aclarar que soy etnohistoriador, no etnomusicólogo. Es a estos últimos a quienes corresponde el estudio de los géneros musicales, influencias, orígenes, etcétera. Desconozco si existe algún estudio especializado sobre la música tradicional binnizá, aunque sí contamos con algunos intentos empíricos.

La Sandunga, canto de unidad, canto de guerra

Busto de Máximo Ramón Ortiz
Gubidxa Guerrero

Cuando los ancianos escuchan los acordes de La Sandunga, inmediatamente cambian el semblante, y la emoción se apodera de ellos. Lo mismo sucede cuando un zapoteca del Istmo se encuentra lejos del terruño. Y es que si existe un son que identifique por igual a tehuanos con tecos, a jeromeños con guiaatis, y a habitantes de todas las poblaciones de la planicie costera, ese canto es La Sandunga.

Mucho se ha especulado sobre su origen. Se ha discutido bastante acerca de la ciudad donde surgió. Lo cierto es que esta pieza, si bien se ha convertido en un canto de todos, está asociada a dos personas: Máximo Ramón Ortiz y Andrés Gutiérrez (Ndré Saa, quien se se dice que la musicalizó como la conocemos ahora); tehuanos ambos.

¿De cuándo procede? Éste, como otros elementos culturales que enriquecen la identidad de los binnizá, nace del fuego de las batallas. En abril de 1850 el pueblo de Juchitán y el entonces Barrio de San Blas iniciaron la rebelión más grande habida en el sureste mexicano durante los últimos doscientos años. Dirigió el levantamiento de los zapotecas istmeños José Gregorio Meléndez, conocido entre los suyos como Che Gorio Melendre.

La privatización de las salinas ―fuente primaria de sustento de los pueblos de la planicie costera― y la intransigencia de don Benito Juárez García, Gobernador de Oaxaca en esa época, provocaron la guerra. Aunque en un principio el tehuantepecano Máximo Ramón Ortiz combatió la insurrección, también él se rebeló por motivos particulares un año después.

Meléndez y Ortiz, juchitecos y tehuanos, unieron fuerzas a finales de 1852, aprovechando la coyuntura del Plan de Jalisco, logrando capturar la Villa de Tehuantepec en enero del siguiente año. Finalmente, en febrero de 1853, dos mil hombres originarios de todos los pueblos zapotecas del Istmo conquistaron la ciudad de Oaxaca, impusieron a un nuevo Gobernador y concluyen vencedores la rebelión que comenzara Meléndez tres años antes.

La recompensa sería la creación del Territorio Federal del Istmo de Tehuantepec y la recuperación de las salinas costeras. De aquellos días data La Sandunga. Máximo Ramón Ortiz la trajo consigo a su regreso al Istmo, victorioso. Del fuego de las batallas surge como trofeo de guerra, símbolo de triunfo y unidad de los valientes soldados zapotecas.

Este año La Sandunga cumplió 160 años. Este año el viejo sueño de José Gregorio Meléndez y Máximo Ramón Ortiz cumpliría igual tiempo. El Territorio Federal desapareció poco después: en 1857 (hubo muchas razones para ello. Desde el punto de vista político, Benito Juárez fue el más interesado en la reincorporación, pues el Istmo como Territorio Federal perteneciente a México era la prueba de que Juárez como Gobernador no había dirigido bien sus destinos. En el Congreso Constituyente de 1856-57 se debatió mucho al respecto. Un personaje esgrimió hasta argumentos racistas, al decir que los zapotecas no podríamos gobernarnos solos. Y puesto que el Istmo en ese tiempo ―igual que ahora― tenía una importancia estratégica crucial, fueron los liberales oaxaqueños quienes más se opusieron, queriendo ser ellos, principalmente, quienes negociaran el tránsito al respecto); pero La Sandunga pervive y es cada vez más fuerte. 

Para finalizar, quiero compartir el fragmento de un texto que el tehuano Porfirio Ruiz, presentó ante los Ex-Alumnos del Instituto de Oaxaca el 4 de octubre de 1939, donde disertó acerca de "La Sandunga, su origen y su evolución". El texto íntegro lo reprodujo el periódico El Istmo, el 25 de noviembre de 1941, mismo que pude consultar en la Hemeroteca Nacional de México. Partes del artículo dicen: 

«Ha llegado a penetrar tanto y tan profundamente en el corazón de los pueblos istmeños, que la han consagrado como su himno y han inventado muchas leyendas para explicar su origen. […] Todo lo que voy a decir […] lo oí muchas veces de labios de mi tío don José María Ruiz, respetable anciano que me llevó a su lado desde mis tiernos años. Mi citado pariente fue persona bien relacionada con los hombres más prominentes de su época en los distritos de Tehuantepec y Juchitán. Conoció personalmente a don Máximo Ramón Ortiz, a quien se atribuye la paternidad de La Sandunga […] "Don Máximo Ramón Ortiz llevó a Tehuantepec La Sandunga a su regreso de una expedición a la ciudad de Oaxaca el año de 1853". Esta es la afirmación categórica y rotunda que hacía mi tío cuando se trataba del origen de esa célebre música. Ésta era también la versión unánimemente aceptada por aquellos que por el año de 1890 eran ya hombres de edad proyecta, pero en su juventud habían cantado sus amores o llorado sus desengaños al son de la sandunga. […] En 1853 Ortiz se unió a Meléndez para defender el Plan de Jalisco. Reforzado con los elementos del general Ignacio Martínez Pinillos que guarnecían la plaza de Tehuantepec, Ortiz marchó a la conquista de la gubernatura de Oaxaca para ofrecérsela a Pinillos, objeto que logró en poco tiempo, regresando luego a Tehuantepec. Éste fue el momento de la aparición de La Sandunga en el Istmo, según informaba mi tío y con él muchos vecinos que fueron testigos del hecho a mediados del siglo pasado; vecinos a quienes yo conocí y traté personalmente en mis años mozos. […] ¡Sandunga hermosa!, canto del amor, canto de la guerra, canto tierno y dulce con que nuestras madres nos arrullaron en la cuna, melodía de sublime inspiración con que nuestros padres auspiciaron las afanosas horas de la labor vendita! ¡Eres triste y melancólica si nos agobia una honda pena; eres alegre y regocijada si celebramos un acontecimiento venturoso; eres suave y acariciadora como una delicada mano amiga que tratando de consolar nuestro duelo, nos oprimiera blandamente el corazón hasta hacernos derramar abundantes lagrimas! ¡Canto heroico a cuya sentidas carencias cayeron nuestros hermanos en la fiera lucha, sonrientes y satisfechos de dar la vida por defender caros ideales de justicia y redención, tú nos haces sentir y gozar una intensa emoción estética inefable, tú nos recuerdas los dulces días de la infancia, los bellos y floridos de la juventud, los graves y austeros de la edad provecta; tú nos hablas de seres queridos que allá en el terruño amando lloran nuestra ausencia y esperan ansiosos nuestro retorno al bendito hogar del que nos separaron las imposiciones del destino o los imperativos del deber; tú has unido nuestros corazones en el amor a la tierra de nuestros mayores y has unificado nuestras voluntades en el afán de enaltecer nuestra raza, exaltando sus cualidades y proclamando la belleza de sus tradiciones vernáculas. Sandunga hermosa. Bendita seas».

La Sandunga debe recordarnos siempre el deber que tenemos como descendientes de los binnigula’sa’: devolverle la gloria a nuestra nación zapoteca.


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Texto publicado en Enfoque Diario el sábado 01/Jun/2013.



Para escuchar y/o descargar La Sandunga, así como otras tantas composiciones, ingrese al siguiente enlace: Sonidos de la Nación Zapoteca.

De por qué los totopos tienen agujeros

"Alcaravanes". Ilustración de Azteca De Gyves. 
Gubidxa Guerrero


Millones de personas en todo el mundo afirman que la tortilla es el pan de México. Esta aseveración se ha difundido como verdad irrefutable, pues se dice que no hay pueblo de origen mesoamericano en que la referida tortilla no sirva como principal elemento en las comidas.

Sin embargo, tal verdad no es del todo exacta. Hay al menos una región en donde el maíz molido, cocido en un comal y que puede hacerse taco o cortarse en pequeños trozos para tomar con ellos la comida, no es la base de la alimentación: el Istmo de Tehuantepec.

En nuestra región es un producto deshidratado el que impera. Tiene, al igual que la tortilla, al maíz como ingrediente único, pero la forma y consistencia, además del tiempo de conservación, la hacen diferente. Se le conoce en idioma zapoteco como guetabiguii, y ‘totopo’ se le dice en lengua española.

Diego Rivera en Pasu Mani


Gubidxa Guerrero

Diego Rivera en Pasu Mani pudo haberse llamado la obra a la que titularon Río Juchitán. 

Es considerada, por muchos, la obra cumbre del muralista mexicano. Al menos es la mejor valuada, considerándose, hasta el momento, su pieza más cara. Por ella se han pagado decenas de millones de dólares.

El bixé’

Ilustración.- Gregorio Guerrero
Gubidxa Guerrero

El universo es infinito; no sólo por su extensión sino por los secretos que guarda. El mundo es vasto; y aunque los seres humanos lo poblamos casi todo, todavía no descubrimos los hilos que lo mueven. La naturaleza es sabia; únicamente ella atiende a sus razones. 

En varios pueblos zapotecas se tiene la creencia ―y por algo será― de que existen seres increíbles, capaces de transformarse en ciertos animales a voluntad. Son llamados bidxaa, o nahuales. Ellos son el pináculo de otro tipo de conocimiento que va más allá de nuestro entendimiento. Los bidxaa son juguetones, traviesos. Pero también curan o pueden provocar algún ‘daño’. Saben de las plantas y de muchos secretos que la tierra guarda.

Junto con los bidxaa habitan otros personajes todavía más misteriosos: los bixé’, cuyo término puede traducirse como ‘eco’; pero que también designa a ciertos personajes con la capacidad de tomar forma humana. Un bixé’ puede llegar de repente a una reunión de pequeños que estén jugando muy noche. Cuando quedan pocos, generalmente ocupa la forma del último en marcharse, y llega al lugar aparentando estar de  regreso. De esta manera el bixé’ se divierte y puede causar mucho mal. Se ha sabido de casos en que la desaparición de ciertos niños se debió a que fueron raptados por los bixé’. Por eso nuestras madres repiten a los hijos que deben entrar temprano a casa; y si no lo hacen, los regañan, no sea que el Bixé’ los asuste.

Jugando a las canicas era muy común que el bixé’ hiciera de las suyas. Suplantando en la identidad a un infante le decía “el que no persigue muere”. Y así lo iba alejando de su hogar paulatinamente, hasta que éste no sabía cómo regresar. Quién sabe a qué mundo iba a parar. Ahora no se ha sabido de historias similares, porque los niños cada vez juegan menos en la calle o en los patios. 

Pero el bixé’ también toma forma adulta. Muchos señores se han quejado de cómo algún bixé’ adquirió forma del mejor amigo o de la mismísima esposa. Engaña a los borrachos, sean hombres o mujeres. Les quita el dinero. A diferencia de con los niños, ahora es más común que se le presente a la gente grande, porque cada vez hay más alcoholismo.

Cuando sientan un eco en las calles solitarias muy de madrugada, cuando vean a un familiar o conocido repitiendo por la noche una actividad de la mañana, estarán seguramente frente a un bixé’ que intentará engañarlos. ¡Váyanse a casa!


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Texto publicado en Enfoque Diario, el domingo 1/Dic/2013.

Aaron Bushnell y su poderoso mensaje

Gubidxa Guerrero

Según el New York Times, Aarón Bushnel era un "especialista en operaciones de defensa cibernética que se prendió fuego para protestar por la matanza de palestinos por parte de Israel". Tenía 25 años. Provenía de una comunidad cristiana estadounidense. Realizó su protesta frente a la Embajada de Israel en Washington el domingo 25 de febrero pasado. 

Encendió la cámara y comenzó a transmitir en vivo. Mientras caminaba, expresó: "Soy un miembro en servicio activo de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y ya no seré cómplice del genocidio. Estoy a punto de participar en un acto extremo de protesta, pero en comparación con lo que la gente ha estado experimentando en Palestina en manos de sus colonizadores, no es nada extremo. Esto es lo que nuestra clase dominante ha decidido que sea normal".

El perrito y los árboles

Dibujo de Gusibí Guerrero Ramos
Gubidxa Guerrero

Gustan los canes de jugar en el césped. Corren divertidos entre húmedos pastizales y árboles de toda clase.

Existen en el mundo animales domésticos que regresan a su estado silvestre. Caballos y asnos dan prueba de ello en diversos rumbos. Pero también acontece al mejor amigo del humano.

Hubo un simpático cachorro que no tuvo dueño. Nació en el monte, cercano a un pueblo laborioso. Su madre fue abandonada en una carretera cercana cuando faltaba poco para el alumbramiento.

La hembra buscó un sitio cálido, protegido de las inclemencias, y entre las raíces de dos sagrados ahuehuetes vino a parir seis cachorros. Seis, como la cantidad de años del niño que lo retrató.

""Mirando a Irán", desde el sur de México

"Nuestro querido pueblo debería saber que hoy en día muchas personas en el mundo, tanto individuos como políticos y quienes ocupan prestigiosos cargos nacionales y políticos, están mirando a Irán". 

Imam Seyyed Alí Jameneí. Líder de la Revolución Islámica de Irán. 


Lo anterior fue dicho en el contexto del ejercicio democrático, este viernes primer día de marzo de 2024, en que aproximadamente sesenta millones de iraníes elegirán a los 290 integrantes del Parlamento. entre más de doce mil candidatos.

“Entre los observadores se encuentra EEUU, la mayoría de los europeos, los malvados sionistas, los capitalistas y las grandes empresas”, agregó el Imam Jameneí, argumentando que sus principales adversarios, “que siguen atentamente los temas de Irán, temen la participación del pueblo en las elecciones.”