Presupuesto generoso

Los Diputados Federales aprobaron el
Presupuesto de Egresos 2014
Gubidxa Guerrero 

[Texto publicado en Enfoque Diario, el viernes 15/Nov/2013]

Ayer en la madrugada, los Diputados Federales de todos los partidos políticos representados en el Congreso de la Unión aprobaron el Presupuesto de Egresos de la Federación para el año 2014. Es el más alto en la historia de México (4 billones 467 mil millones de pesos), lo que se debe, en alguna medida, a los ingresos petroleros y a la nueva política fiscal. 

Dentro de la repartición del pastel, como podríamos llamar a la sesión maratónica en la Cámara de Diputados, al Estado de Oaxaca le tocó una tajada generosa: aproximadamente 80 mil millones de pesos. 

Para que lo anterior fuera posible, se hizo necesario que nuestros legisladores estatales, de los diferentes partidos políticos, hicieran causa común. Panistas, perredistas y priístas pusieron manos a la obra para conseguir los recursos indispensables para una de las Entidades más pobres de México.

No podemos dejar de mencionar y reconocer a los Diputados Federales de Oaxaca, sin criticar la torpeza con que el gobierno estatal ha erogado el presupuesto. Ya que en los últimos años ha gastado menos de lo que tiene permitido, por un supuesto cuidado en el manejo del dinero público; de tal manera que ha tenido que devolver a la Federación el recurso no aplicado.

El Estado de Oaxaca está rezagado en muchas áreas, donde no vendría mal una inyección de dinero. No hay pretextos para no ejercer un recurso entregado a la administración estatal. Sencillamente no ha habido una correcta planeación ni buen oficio.

De poco servirá el esfuerzo de los legisladores para conseguir el aumento del presupuesto para Oaxaca, si el equipo de Gabino Cué Monteagudo no sabe a qué rubros destinarlo. Es vital que el dinero se gaste con responsabilidad en las áreas que lo necesitan con urgencia, para que, efectivamente, se note el trabajo conjunto.

Son pocas las ocasiones en que podemos hacer un reconocimiento de esta naturaleza. La sociedad ha sido muy crítica con sus representantes, y es justo que también sepa dar su asentimiento a su labor. Enhorabuena.

De caminos y aerogeneradores

Deterioro del camino Juchitán-Unión Hidalgo
Gubidxa Guerrero 

[Texto publicado en Enfoque Diario, el jueves 14/Nov/2013]

La carretera Juchitán‐Unión Hidalgo es una de las más transitadas de la región istmeña. Por el asfalto pasan desde camiones de pasajeros, motocicletas y autos particulares, hasta pesados vehículos de carga.

A pesar del tráfico abundante, las autoridades no siempre se ocupan de darle mantenimiento a este camino. Los jóvenes estudiantes y la clase trabajadora deben padecer los múltiples baches en el tramo de casi 20 kilómetros.

Hace algún tiempo comenzaron a planearse los trabajos para la construcción de un parque eólico al oriente de Juchitán. La empresa Gas Natural Fenosa tenía pensado introducir su pesada maquinaria por el camino Juchitán‐Playa San Vicente. Sin embargo, por la oposición de un sector de la población, tal opción se canceló. Entonces, las empresas subcontratadas para construir el parque eólico optaron por utilizar la carretera Juchitán‐Unión Hidalgo.

El proyecto es multimillonario. La cantidad de vehículos con materiales para la construcción de los grandes aerogeneradores ha sido cuantiosa. En las madrugadas hemos sido testigos de la fila de camiones de carga que transitan por el lugar.

La afectación de este camino es más que evidente. La relación entre el parque eólico y el deterioro de la carretera es clara; por lo que es sensato preguntar ¿de qué manera la empresa Gas Natural y sus filiales constructoras están compensando el maltrato que sus obras propician?

Muchos son los beneficios que han venido anunciando los promotores de los proyectos eólicos en la región istmeña. Pintan un mundo idílico en el que una amplia zona caótica, a merced de líderes corruptos, se desarrollará como por arte de magia. No falta quien crea ingenuamente estás versiones; pero la realidad de este caso nos permite conocer el “progreso” del que se nos habla.

Si las empresas eólicas no son capaces de reparar una importante carretera que contribuyeron a deteriorar, ¿serán capaces de brindar algún beneficio comunitario? Los hechos hablan. No es tarde para que compensen esta equivocación que está generando un serio malestar entre quienes utilizan diariamente esta carretera.

¿Para qué sirven las calles?

Andados Turístico. Oaxaca de Juárez
Gubidxa Guerrero 

[Texto publicado en Enfoque Diario, el miércoles 13/Nov/2013]

Ayer lanzamos una pregunta abierta: “¿Son malos los mototaxis?” Concluimos que ningún medio de transporte público es bueno o malo en sí mismo, sino que la percepción depende de qué tan capacitados estén los conductores para brindar este servicio.

Hoy queremos reflexionar acerca del uso de las calles. Como su nombre lo indica, la vía pública es un ‘camino de todos’. Pero, ¿para qué sirven?

Vayamos al origen. Las vialidades, que hoy vemos pavimentadas, con reductores de velocidad y, si tenemos suerte, correctamente señalizadas, existen desde mucho antes de la aparición de los automóviles. De hecho, van más allá del uso de carruajes para transporte de personas o de las carretas de carga. En el Istmo de Tehuantepec anteceden, inclusive, a la llegada de los caballos traídos por los españoles.

Las calles o callejones, por tanto, no están asociados originalmente a los vehículos de motor, pero sí al uso común. Una vialidad tiene como característica principal el hecho de que puede ser utilizada por todos. ¿Para qué? Para transitar y convivir, o para separar los bloques de vivienda en las poblaciones grandes. (Existen pueblos sin calles, donde los patios y pequeños caminos irregulares delimitan las casas. Pero de éstos no hablaremos en esta ocasión).

Las avenidas, entonces, tiene distintos usos, y depende de las autoridades, del nivel de conciencia de la población y de las necesidades generales, la utilidad que se priorice. Decía mi abuelo: “Las calles no se inventaron para los carros, sino para las personas”, y tenía toda la razón.

En varios países se han reservado segmentos de las calles para uso exclusivo de las bicicletas, con la finalidad de promover el ejercicio y la reducción de contaminantes. Hay muchas ciudades mexicanas que destinan avenidas enteras para uso exclusivo de peatones. Así lo constata el Andador Turístico de Oaxaca de Juárez, o la calle Francisco I. Madero del Distrito Federal.

En Juchitán, las calles no sólo sirven para transitar ―tanto a pie, como en caballo, carreta o automóviles―, sino, también, para convivir. Por eso es común ver fiestas, donde un día antes pasaban camiones. La calle, reitero, es de todos.

Lo importante es que los usos estén regulados. Cuando un gobierno no administra y un puñado de personas rompe la armonía del vecindario ―queriendo utilizar un espacio de todos, sólo para fines de transporte público, sin respetar el sentido de las vialidades ni el derecho de los peatones a caminar con tranquilidad― surgen los problemas. 

Es necesario que las autoridades de los municipios istmeños vayan pensando en los distintos usos de las avenidas; de tal manera que todos tengamos cabida en ellas: el que organizará una fiesta, el que camina, el que maneja un vehículo, el que realizará una actividad cultural, etc. Lo importante es que sea con respeto y con el consenso general. La población que primero lo haga, sentará un valioso precedente. 

¿Son malos los mototaxis?

Gubidxa Guerrero 

[Texto publicado en Enfoque Diario, el martes 12/Nov/2013]

Ante el clima de crispación que vive la región istmeña, muchos achacan a los mototaxis el origen de todos los males. Por eso es bueno preguntarse qué tan nocivos resultan. Y antes de responder, preguntaría, ¿los taxis es el mundo son negativos?, ¿los aviones o las bicicletas?

Tal vez muchas personas piensen que no hay ninguna relación entre los cuestionamientos antes lanzados. Sin embargo, tienen mucho que ver; ya que una herramienta, alguna máquina o un vehículo que brinda un servicio público no es malo en sí mismo.

Si una ciudad tuviera determinado número de autobuses de pasajero, y sus conductores estuvieran capacitados, no habría mayores quejas. Una población con pocos taxis, pero con choferes groseros, se lamentaría sobremanera.

Cuando se ejerce una profesión, sin cuidado ni respeto por los demás, ésta se desprestigia, afectando a todo el gremio. Tal sucede con la mayoría de las corporaciones policíacas de este país, que paso a paso se han ganado el repudio de millones. ¿Y acaso todos los uniformados son malos? De ninguna manera. De hecho, la sociedad necesita de personas que velen por la seguridad colectiva. 

Lo mismos sucede con los mototaxis istmeños. Estos pequeños vehículos resultan muy útiles para entrar a lugares recónditos a un bajo costo. Al consumir poco combustible, abaratan el precio del pasaje, lo que resulta bueno para las familias de escasos recursos. 

Pero cuando pones al frente de estos vehículos a adolescentes o a gente sin cultura vial ni prudencia para conducir, la cosa cambia. Manejar un mototaxi es una gran responsabilidad, porque se tiene en las manos la vida de los pasajeros.

Por ello, es bueno que repensemos en el problema del transporte público en el Istmo de Tehuantepec. Los mototaxis, autobuses urbanos, motocarros o carretones no son malos. Lo que está mal es que no exista capacitación, respeto ni responsabilidad. 

No debemos satanizar ningún medio de transporte porque, después de todo, algún día llegaremos a utilizarlos. Más bien debemos insistir en que quienes estén frente a un volante sepan desempeñar bien su trabajo. Así se sencillo. Y, por supuesto, que dejen de ser utilizados para fines políticos de unos cuantos caciques.

Sobre advertencia…

Av. Hidalgo, esquina con Reforma. Juchitán
Gubidxa Guerrero 

[Texto publicado en Enfoque Diario, el lunes 11/Nov/2013]

Quien camine o transite en automóvil por las inmediaciones de la avenida Miguel Hidalgo, en Juchitán, se llevará una sorpresa, pues verá que en los cruces con Independencia y Reforma hay unos tubos metálicos plantados al pavimento, con sendas cadenas impidiendo el paso vehicular. 

Que ningún funcionario local o estatal se haga el desentendido; que ningún cacique político, de los 6 o 7 que existen en esta importante ciudad zapoteca, pretenda hacerse el indignado. Los vecinos que habitan a lo largo de dos cuadras de unas de las vialidades más importantes de la población se cansaron de pedir solución al problema causado por acuerdos ilegítimos entre líderes y funcionarios. 

Y es que, como muchos recordarán, de la noche a la mañana esta calle, que iba de poniente a oriente, amaneció convertida en una de doble sentido, sin disposición de cabildo, sin aviso de nadie y sin tomar en cuenta a los afectados. Un día, simplemente, comenzaron a circular sin orden ni cuidado decenas de mototaxis que pusieron en riesgo la integridad física de los peatones.

Quienes habitan el vecindario solicitaron una explicación. Cuando comenzaron los percances con algunos conductores de mototaxis, pidieron que las bases que habían instalado en las cercanías fueran retiradas. Jamás pensaron tener que impedir la circulación. Pero ante la indiferencia absoluta, ante las burlas e intimidación de que fueron objeto, decidieron actuar. 

Cerraron por completo dos cuadras de la avenida. Anunciaron que no la abrirían hasta que los líderes políticos se comprometieran a respetar el sentido de la vialidad y desistieran de instalar las bases que fueron el origen del problema. Por respuesta hubo evasivas y amenazas.

Este domingo, los habitantes de Hidalgo cumplieron su advertencia y cerraron con cadenas la calle. En vista de la desatención, optaron por convertir esta importante avenida en un espacio al servicio de la ciudadanía, para fines recreativos y culturales. No son ellos quienes apostaron a la cerrazón, sino que fueron los líderes políticos, en complicidad con las autoridades gubernamentales, quienes no les dejaron otra opción.

Ahora la calle es más segura. Por las tardes, decenas de niños juegan y las familias conviven. Los vecinos siguen esperando que alguien se digne cumplir con su deber y le devuelva la gobernabilidad a su ciudad. Pero mientras tanto, están recuperando la armonía. 

¿Esto quieren los políticos? ¿Que cada cuadra se organice para resguardarse de sus arbitrariedades? Con su insolencia, no están dejando otra opción…

Revolución, guerra civil y duelos de poder. Las ‘revoluciones’ de 1910 a 1920

Francisco Villa y Emiliano Zapata en Palacio Nacional
Gubidxa Guerrero

[Texto publicado en Enfoque Diario, el sábado 09/Nov/2013]

Noviembre es el mes de la Revolución Mexicana. Durante los últimos cien años se nos ha enseñado a venerar la figura del Apostol de la Democracia, Francisco I. Madero. Lo curioso es que la historia oficial pone en el mismo panteón de héroes a personas que guerrearon entre sí en la pugna por ideales, intereses y/o poder político.

Por mucho que la segunda década del siglo XX pretenda presentarse de un modo simple ―pueblo contra tiranía―, los hechos van mucho más allá de eso.

El villano de la historia suele ser el viejo General Porfirio Díaz, Presidente de la República por más de treinta años. Sin embargo, el dato que derrumba el mito antiporfirista, afirma que Díaz renunció a los seis meses del inicio de la gesta armada, cuando no había sido tomada ninguna capital estatal y el Ejército del régimen estaba casi intacto. De hecho, las negociaciones entre el gobierno porfirista y los revolucionarios se dieron en Ciudad Juárez, población fronteriza. 

Pero si, para evitar mayor derramamiento de sangre, el dictador renunció recién comenzada la rebelión maderista, ¿contra quién se combatió los siguientes diez años?

Primeramente, contra el sucesor de Díaz: Francisco I. Madero. Pocas personas saben que el famoso Plan de Ayala, promulgado por Emiliano Zapata en el Estado de Morelos, no iba dirigido a Don Porfirio, sino al Apóstol. Y es que Madero, perteneciente a una familia terrateniente, no tenía muchas intenciones de repartir las tierras a los campesinos que lo habían apoyado.

Madero gobernó aproximadamente año y medio. Después fue derrocado con un Golpe de Estado promovido por las viejas élites porfiristas que habían salido ilesas del levantamiento maderista. El Presidente fue brutalmente asesinado por órdenes de Victoriano Huerta, que le había jurado lealtad.

¿Quién encabezó la nueva insurrección? Don Venustiano Carranza, con el Plan de Guadalupe. Gobernador de Coahuila, hombre duro, perteneciente a las familias pudientes del norte de México, Carranza era también un porfirista. Pero con él se levantaron miles de indígenas y campesinos en todo el territorio nacional, especialmente en Morelos, Puebla y Chihuahua. Fue en esta etapa, de 1913 a 1914, que las figuras de Francisco Villa y Emiliano Zapata brillaron con luz propia. El primero, al frente de la famosa División del Norte, subordinado a Carranza;  el segundo, sin más ley que el Plan de Ayala.

A mediados de 1914 Victoriano Huerta fue derrotado y, con él, el andamiaje que Porfirio Díaz había construido durante más de tres décadas. Entonces, podríamos decir que las luchas populares estaban consumadas, pudiendo comenzar un reacomodo político entre los enemigos del sistema. 

Pero entonces entramos a una nueva lucha armada que envolvió a los antiguos revolucionarios: Villa se separó de Carranza, desconociéndolo como Presidente, y se unió a Zapata, pidiendo, en cambio, que un gobierno revolucionario emanado de la Convención de Aguascalientes dirigiera los destinos de México. Venustiano Carranza, de la mano del General Álvaro Obregón y de miles de combatientes indígenas derrotó a Villa en sendas batallas en el año de 1915. Posteriormente el gobierno carrancista promulgó la Constitución de 1917 y liquidó a los zapatistas, incluyendo a su máximo jefe, en 1919.

En 1920 fue Álvaro Obregón quien desconoció a Carranza y se levantó en armas con el Plan de Agua Prieta, haciéndose del poder nacional. El artífice de la Constitución fue asesinado en Puebla. Pocos años después, mandó matar al Francisco Villa, con quien previamente había alcanzado un acuerdo para su retiro. 

Aquí es prudente detener la historia, ya que sería un cuento de nunca acabar; pues poco después, a Obregón se le rebeló fallidamente Adolfo de la Huerta. Luego se levantaron en armas los Cristeros…

Como se ve, los movimientos armados en México fueron muchos y obedecieron a distintas razones. El oficialismo priísta, que de alguna manera era la conjunción de muchos antiguos militares que sirvieron a distintos jefes, los reivindicaron a todos. En la muerte, pues, fue posible conciliar a quienes en vida se combatieron sin descanso.