Coyolicatzin se llamaba Quetzalcóatl

Gubidxa Guerrero 

[Texto publicado en Enfoque Diario el domingo 23/Jun/2013]

Uno de los aspectos más importantes de los zapotecas es su historia. Y si bien es cierto que nuestra historia es milenaria, también es verdad que con el transcurrir de los siglos ésta parece olvidarse. Para nuestros ancestros la historia fue fundamental, pues servía de guía orientadora a las sucesivas generaciones. Y para conservarla, los binnigula’sa’ (zapotecas antiguos) tallaron estelas, pintaron murales, códices, y la transmitieron de manera oral. 

Pero la historia no siempre relata fielmente los acontecimientos; por lo que continuamente tiene que reescribirse, conforme nuevos hallazgos enriquecen el acervo documental de un pueblo o de cierto periodo. Tal es el caso de las narraciones populares sobre la guerra entre aztecas y zapotecas, o sobre la vida de los últimos reyes de Tehuantepec. Mucho se ha escrito al respecto, por lo que en esta ocasión me enfocaré a un solo detalle: el nombre de la esposa de Cocijoeza (“Rayo de pedernal”) y madre del último monarca zapoteca.