[Ab]usos y costumbres: San Mateo del Mar

Gubidxa Guerrero

[Texto publicado en Enfoque Diario, el miércoles 8/Ene/2014]

La zona huave, en la región del Istmo de Tehuantepec, es peculiar, no sólo porque toda ella está a la orilla de la playa, sino también porque su municipio más importante, San Mateo del Mar, se rige bajo la modalidad de Sistemas Normativos Internos (antes Usos y Costumbres).

Ello ha provocado que algunas personas se valgan de esta manera de renovar a sus autoridades para hacer de su voluntad ley. En San Mateo del Mar el asunto es añejo. Los habitantes de agencias municipales y núcleos poblacionales fuera de la cabecera piden ser tomados en cuenta en la designación de concejales. Pero desde el centro hay un sector que no permite que este deseo se cumpla.

Eso provoca que cada período electoral surjan conflictos por la exclusión que se hace de personas de la misma población que no residen en la cabecera, sino a pocos kilómetros, pero dentro del mismo municipio. Miles de ciudadanos son discriminados por sus propios paisanos, porque hacer más participativas las elecciones podría propiciar que un grupo de personas pierda el control de los hilos del poder local.  

Ahora que casi todos los ayuntamientos cuentan con nuevo personal, en San Mateo se invalidó la pasada elección debido a que no se tomó en cuenta a la totalidad de sus habitantes. En este sentido, la disposición oficial no es violatoria de las normas internas sino, por el contrario, busca resguardar el derecho del mismo pueblo para tener voz y voto en la designación de autoridades.

Unir fortalece. Excluir debilita. La actitud excluyente que se ha visto en San Mateo, generalmente provoca que los pueblos dependientes terminen independizándose para conformar nuevos municipios. A final de cuentas, el centro pierde, porque a menos habitantes, menos presupuesto. 

Ojalá esa comunidad orgullosa de sus tradiciones encuentre la manera de conciliar los intereses de unos cuantos con el de toda la colectividad, incluyendo, por supuesto, sus pueblos dependientes. Sería triste que por querer monopolizar los cargos públicos se termine debilitando el tejido social.