Del mal ejemplo

Bloqueo en La Blanca, Santo Domingo Ingenio
Gubidxa Guerrero 

[Texto publicado en Enfoque Diario, el martes 04/Mar/2014]

Juchitán sigue siendo una población importante. Si bien, comercialmente fue desplazada por Salina Cruz, políticamente hablando continúa siendo la más notoria de la geografía istmeña. 

Tal cosa no es, para nada, motivo de orgullo. Menos todavía, desde que el ejercicio de la función pública se volvió tan vergonzoso. Los vicios de los centros de poder suelen ser imitados por las comunidades aledañas…

Así pasó con los bloqueos carreteros que la otrora grande COCEI. Lo que inició como un método desesperado ante la cerrazón oficial, se convirtió en un mal hábito que terminó por desquiciar a los ciudadanos por quienes supuestamente luchaba la coalición.

Y no hay mejor ejemplo de lo anterior que el caso de los bloqueos en La Ventosa, agencia municipal de Juchitán. Ante el conflicto postelectoral en dicho lugar, los perdedores optaron por cerrar la carretera para exigir la invalidación de la elección. La contraparte no se quedó de brazos cruzados y también bloqueó el camino para emplazar a que se reconociera su victoria. Habrase visto. Dos grupos exigiendo cosas diametralmente opuestas mediante el mismo método: el bloqueo carretero. ¿Cómo no condenar esta forma de lucha que afecta directamente al pueblo y que se ha vuelto una burla?
Lo más grave no fueron estos bloqueos, sino que pobladores de comunidades vecinas optaron por repetir la fórmula en sus propias demarcaciones. Tal fue el caso de los habitantes de La Blanca, agencia municipal de Santo Domingo Ingenio, que se inconformaron por la derrota de sus candidatos, a manos de un “campesino sin estudios”, como descalificaron a un candidato.
Así lo hicieron saber la noche del domingo, entre la desesperación de quienes trataban de llegar a su destino. La tarde-noche del 2 de marzo se realizó una contienda electoral entre Gabriel García Antonio, candidato de la planilla Verde; Melquiades Núñez Benítez, abanderado de la planilla Azul; y Miguel de Jesús Vásquez, aspirante por la planilla Amarilla, quien resultó finalmente vencedor, derrotando a los dos favoritos, pertenecientes a los grupos que tradicionalmente gobiernan el pueblo.

 Ante los resultados, los militantes de los dos abanderados perdedores, algunos con aliento alcohólico, optaron por hacer lo que vieron en el pueblo vecino de La Ventosa: bloquear.

No tengo la menor duda de que la actitud de los pobladores de La Blanca, fue consecuencia directa de la indolencia de las autoridades para resolver el conflicto en La Ventosa. 

El mal ejemplo cunde ante la mirada inepta de las autoridades. Nadie se sorprenda cuando un grupo de personas decida hacerse justicia por mano propia desalojando a quienes violan sus derechos. Ni quienes bloquean ni los afectados tendrán la culpa, sino el gobierno incapaz de hacer bien su trabajo, dejando que el problema crezca.