Venezuela sin Chávez

Hugo Chávez, Presidente de Venezuela.

Por Gubidxa Guerrero

Mientras más de mil millones de cristianos conmemoran el nacimiento de Jesús, en el escenario político mundial se vive un momento crucial, pues uno de los personajes más importantes de América Latina se encuentra convaleciente, luego de su cuarta operación quirúrgica en la isla de Cuba.

Hugo Chávez Frías ha gobernado Venezuela durante los últimos catorce años; tiempo en que procuró implementar reformas políticas en aras de construir lo que él denomina socialismo del siglo XXI. Lo anterior le ha granjeado el apoyo decidido de grandes masas sociales venezolanas, así como la enemistad de poderosos sectores de la burguesía y clase media.

Pero el asunto no ha sido competencia únicamente de los venezolanos, sino que ha trascendido la esfera sudamericana, ya que la nación de Chávez posee cuantiosas reservas energéticas que han permitido al Gobierno jugar un rol protagónico en la política mundial. Es así como vemos al Comandante reuniéndose con el Presidente de la República Islámica de Irán o de la República de Cuba. Reiteradamente escuchamos sus declaraciones de apoyo o repudio a un lejano régimen, o sus airadas críticas al “imperialismo norteamericano”.

Más allá de la posición que cada uno pueda tener con respecto este líder, forzoso es reconocer su importancia en la llamada integración latinoamericana y del tercer mundo. El Alba, el Mercosur, la OPEP, son organismos internacionales en los que el Gobierno venezolano ha desempeñado un rol especial.

Se ha especulado mucho acerca de la salud del mandatario, que el próximo 10 de enero deberá tomar posesión como Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, ya que así lo mandó el pueblo en los comicios del 7 de octubre pasado. Sin embargo, pocos confían en que pueda seguir al frente del Gobierno…

¿Qué será de Venezuela sin Hugo Chávez?, se preguntan algunos; y en el cuestionamiento va implícito el reconocimiento de que el régimen venezolano ha sido personalista. ¿Qué será del mundo sin Chávez?, se preguntan otros; y es aquí donde se percibe la verdadera trascendencia del mandatario.

Sin Hugo Chávez pueden ocurrir dos cosas: que el sucesor esté a su izquierda o a su derecha. En cualquiera de los dos casos habrá un desequilibrio de las relaciones internas venezolanas, así como de la geopolítica; pues más allá del discurso populista y radical del mandatario, éste había logrado mantenerse en ciertos márgenes de lo políticamente correcto. Sin su presencia, tal vez comience el fin del edificio chavista, o su radicalización… 

Mientras tanto, los cubanos, bolivianos, hondureños y haitianos, se ven preocupados. Saben que la ausencia de su principal aliado sería de una gravedad insospechada.

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Texto publicado en Enfoque Diario, el miércoles 26/Dic/2012]