¿Qué es un Ciudadano?

Gubidxa Guerrero 

"¿Qué es un Ciudadano?", pregunté a mi hijo Gusibí hace algunos días. "Es ser platero, topil o guzana; es dar servicio al pueblo en que vivimos". Su respuesta me llenó de satisfacción y entusiasmo. Me hizo reflexionar, asimismo, acerca de lo que comúnmente se piensa del concepto de 'ciudadanía' en el llamado mundo occidental.

Para los habitantes de la Sierra Zapoteca Istmeña, por ejemplo, Ciudadano o Ciudadana (con 'C' mayúscula, porque lo amerita) es toda persona que cumple con sus responsabilidades para con la comunidad, tanto económicas, como en servicios. Es quien tiene derecho a voz y voto en la Asamblea y representa a su núcleo familiar en la toma de decisiones colectivas.

En la Sierra Zapoteca Istmeña, Ciudadanía es una categoría política llena de significado: porque el Ciudadano es un jefe(a) de familia participativo(a), es una persona enterada de los asuntos públicos y, sobre todo, obligada a servir a la colectividad mediante tequios (trabajo colectivo en obras públicas sin goce de sueldo), cargos (funciones públicas específicas, como Seguridad, Cabildo, Mensajero, Guardabosques, etc.) y cooperaciones (aportaciones económicas, a manera de impuestos comunitarios, para el mejor funcionamiento de la administración pública local). No importa que no sea reconocido así por el Estado Mexicano, ya que se desenvuelve en un ámbito denominado 'Sistemas Normativos Internos', antes 'Usos y Costumbres'. Basta con que sea validado por la Asamblea de Ciudadanos como integrante de pleno derecho y cumpla con las obligaciones comunes. 

Para el mexicano promedio, en cambio, ciudadano es el nativo o naturalizado del país, con 18 años cumplidos, que cuenta con credencial para votar. No importa que acuda o no a las urnas, que pague o no pague impuestos, que sea o no jefe o jefa de familia, que trabaje en actividades colectivas o que sea funcionario público sin goce de sueldo. En el México de los partidos políticos, "cualquiera puede ser ciudadano", como he escuchado decir con sorpresa a algunos ancianos de ciertas localidades rurales. Es quien cree tener todos los derechos y sólo algunas obligaciones

En la mayoría de los pueblos originarios de México, por otra parte, sólo un sector de la población es reconocido como Ciudadano o Ciudadana. Regularmente, sólo un miembro por núcleo familiar; debido a que no todos podrían cumplir con los deberes que la Ciudadanía implica: tequios, cooperaciones y cargos, así como la participación en todas las sesiones de Asamblea. En estos contextos, ser Ciudadano es un honor y una gran responsabilidad.

Por ello, muchas comunidades rurales son tan ordenadas y pacíficas; porque casi todos sus Ciudadanos cumplen funciones públicas para beneficio de sus habitantes. No existe un cuerpo de burócratas que cobre por servir, sino una comunidad obligada a desempeñar las responsabilidades cívicas de manera gratuita y rotativa.

Lo más cercano a la concepción de Ciudadanía que tienen algunos pueblos originarios de México, es la Grecia Clásica y la Roma Antigua, donde había una diferenciación clara entre el Ciudadano y el simple Habitante. Donde la Ciudadanía tenía muchos requisitos. 

Así como en Roma, en los pueblos nahuas del Alto Balsas, por citar otro ejemplo, los Ciudadanos tienen la obligación de fungir, sin goce de sueldo, como Guardias Comunitarios para proteger a sus pueblos, sus costumbres y sus familias. Como en Atenas o Esparta, los Ciudadanos se enrolan para prestar su servicio militar bajo las órdenes de Comandantes Ciudadanos que, de día, pueden ser campesinos, profesores o taxistas y, de noche, Guardias del Pueblo, Yaotlakatl (Gupa Guidxi, en idioma zapoteco), 'Soldados', 'Comisionados', 'Güachos' o, sencillamente, 'Policías Comunitarios' que protegen el territorio étnico de amenazas externas o internas.

Si en este hermoso país llamado México se volteara a ver, con respeto, las formas de organización internas de algunas naciones originarias, y se retomaran, también con respeto, ciertas prácticas efectivas de organización política, seguramente mejoraría sustancialmente nuestra calidad de vida y resolveríamos varios de los problemas estructurales de los que tanto nos quejamos.

Pero para ello sería necesario que cada persona estuviera dispuesta a participar activamente en los asuntos de interés colectivo, mediante el desempeño de funciones públicas gratuitas ('cargos'), trabajo colectivo gratuito ('tequios') y el pago puntual de impuestos ('cooperaciones'), como requisito mínimo. O lo que es lo mismo: que cada familia estuviera dispuesta a brindar un Ciudadano(a) en la dimensión que este concepto tiene para los pueblos de la Sierra Zapoteca Istmeña o la región nahua del Alto Balsas. 

Ojalá Gusibí, al menos, continúe por el camino del aprendizaje y, llegado el momento, sepa ser un buen Ciudadano del pueblo o localidad en donde decida habitar.


Desde la Mar del Sur 
Dom 21/03/2021 | 14:47 hrs.