Opinión: Se reactiva el conflicto eólico


Gubidxa Guerrero 

[Texto publicado en Enfoque Diario el lunes 20/May/2013]

El sábado 18 de mayo volvió a encenderse la mecha de la violencia en Juchitán. El parque eólico que pretende construirse en las cercanías de la población fue el detonante.
     La Asamblea del Pueblo Juchiteco (APJ) se apostó en el crucero de la carretera Juchitán-Periférico-Unión Hidalgo para manifestarse en contra de los trabajos que las empresas subcontratadas continúan haciendo para Gas Natural Fenosa.
     Durante los hechos hubo varios lesionados. Se habla de dos personas arrolladas al momento de huir del lugar, supuestamente por personal de las empresas. Los daños materiales son cuantiosos, pues, según permiten atestiguar las imágenes, hay vehículos y oficinas estropeadas.
     Nos encontramos ante una situación delicada, porque el problema parece trasladarse de la periferia a la zona urbana de Juchitán. El crucero del que hablamos se ubica detrás del Panteón “Domingo de Ramos”, a pocas cuadras del centro de la población. Y si bien los manifestantes se retiraron del lugar, podrían volver en cualquier momento, dadas las condiciones estratégicas de la zona, ya que por dicho entronque pasa el flujo de vehículos entre Ranchu Gubiña y Juchitán (por donde ahora transitan los camiones que trabajan en el parque eólico), así como de aquellos automóviles que pretendan dirigirse a Playa San Vicente.
     Como recordarán los lectores, el martes 26 de marzo, luego del fallido intento de desalojo de los manifestantes apostados en las inmediaciones de la Colonia San Isidro, Séptima Sección, el asunto estuvo a punto de desbordarse. Hubo heridos graves entre los uniformados y los habitantes, e inclusive una mujer policía detenida. Posteriormente se entabló una mesa de diálogo que fue suspendida por la falta de voluntad del Gobierno del Estado de Oaxaca. 
     ¿Cómo terminará este episodio de la historia reciente de Juchitán? Es probable que el nuevo Secretario de Gobierno intente aplicar mano dura, lo que podría provocar escenas de violencia inusitadas. Tal vez las autoridades estatales cumplan su palabra y retomen las negociaciones que dejaron inconclusas en abril.   
     Lo que es lamentable es que quienes deberían velar por la estabilidad en la región, se mantengan indiferentes hasta que la violencia aparezca…