Opinión: Después de Cassez...

Justicia "a la mexicana".



Gubidxa Guerrero


[Texto publicado en Enfoque Diario, el viernes 25/Ene/2013]

La ciudadana francesa, Florence Cassez, acusada y hallada culpable por el delito de secuestro en nuestro país, ya se encuentra en Francia. Ayer los galos la recibieron como heroína que hubiese regresado de largo cautiverio. Según ellos, los siete años que estuvo en prisión fueron una tortura innecesaria al que la sometieron las leyes mexicanas. 
     Sin embargo, el joven Ezequiel Elizalde Flores, que estuvo secuestrado 65 días, que reconoció plenamente a Florence Cassez, y que se mantuvo expectante a la votación de los magistrados de la Suprema Corte, afirma que se cometió la peor de las injusticias.
     Ante las cámaras de Milenio Televisión, la víctima de la banda de secuestradores conocida como ‘Los Zodíacos’, calificó a su país de origen como “una porquería”. Llamó a sus compatriotas a armarse en contra de la violencia, y afirmó que es necesario “un Golpe de Estado”.
     La rabia de Ezequiel Elizalde es genuina y legítima. Confió en unas instituciones que le dieron la espalda y liberaron a quien, asegura, fue su captora. Anunció su exilio definitivo de México, ante la inseguridad y la falta de garantías. 
     No cabe duda que el “arreglo” para que Cassez saliera de inmediato se dio al más alto nivel. De ahora en adelante la relación bilateral México-Francia se restablecerá plenamente. 
     Mientras tanto, el precedente que sentó la Suprema Corte de nuevo país, podría permitir que muchos otros individuos sentenciados a penas altas, puedan ampararse alegando razones similares a las esgrimidas por los abogados de la francesa.
     Es verdad que en algunos países, una persona puede salir libre por irregularidades durante su proceso. Pero también es cierto que dichas naciones cuentan con sistemas de justicia mucho más avanzados que el nuestro; con menos corrupción e influyentismo.
     En México hay miles de inocentes tras las rejas, y sabemos de algunos culpables ―como Genaro García Luna― en libertad. Lo que los ministros de la Suprema Corte hicieron fue abrir una puerta más para que los poderosos que así lo deseen, se marchen tranquilamente. Y el pueblo, que se joda.