¿Represión o estado de derecho?

Gubidxa Guerrero

Cuentan que una vez cierto personaje acudió con Sócrates, el famoso filósofo griego. La duda que lo llevaba ante él era si resultaba más conveniente casarse o mantenerse soltero. Dicen que el sabio ateniense respondió: “hagas lo que hagas te arrepentirás”.

Algo así pasa con quienes tocamos determinados temas en las columnas de opinión. Digamos lo que digamos, irremediablemente nos encontraremos con detractores que descalificarán nuestra voz.

Hace pocos días cientos de policías ingresaron a las normales rurales de Cherán, Arteaga y Tiripetío, en Michoacán. Los uniformados obedecían órdenes expresas de las autoridades políticas de aquella Entidad, quienes habían negociado previamente con los jóvenes normalistas que mantenían retenidos decenas de autobuses de pasajeros, tráileres y otras propiedades. Ante la negativa de los estudiantes de entregar los bienes robados (¿cómo llamar a lo que se sustrajo ilegalmente? No sólo los autobuses sino el equipaje de decenas de personas y los productos de los tráileres), el Gobierno de Michoacán -que dirige el priísta Fausto Vallejo- optó por el desalojo. El saldo: 176 detenidos.