De Damasco a Quito. Violación de la soberanía mexicana en Ecuador


Gubidxa Guerrero 

"Ante la brutal irrupción perpetrada por la policía de Ecuador a la embajada mexicana la noche del viernes 5 de abril, y de acuerdo a la instrucción del presidente Andrés Manuel López Obrador, México anuncia el rompimiento de relaciones diplomáticas con ese país", se lee en el Comunicado número 128 de la Secretaría de Relaciones Exteriores de los Estados Unidos Mexicanos. 

De todo el mundo se ha condenado la bárbara violación de la soberanía mexicana, porque las sedes diplomáticas son consideradas infranqueables. Analistas, políticos y jefes de Estado se han solidarizado con el gobierno mexicano por lo que consideran un ataque a las normas internacionales que garantizan el derecho de asilo y la seguridad de las sedes diplomáticas. 

"México condena enérgicamente los actos de violencia ejercidos contra el jefe de Cancillería de la misión, Roberto Canseco Martínez, así como la arbitraria aprehensión del exvicepresidente Jorge Glas Espinel, quien se encontraba en la embajada y en trámite de asilo político por la persecución que vive.", continúa el Comunicado referido, que anuncia que se "recurrirá a la Corte Internacional de Justicia para denunciar las violaciones al Derecho Internacional por parte de Ecuador, así como a las instancias regionales e internacionales pertinentes".

Para dimensionar la gravedad del hecho baste recordar que ni Augusto Pinochet se atrevió a tanto cuando cientos de chilenos se refugiaron en la Embajada de México en Santiago de Chile después del golpe de Estado contra Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973. Durante la Guerra Civil Española también se respetó la soberanía mexicana en la península ibérica cuando el gobierno presidido por Lázaro Cárdenas salvó la vida de cientos de españoles que hicieron de México su nuevo hogar.

Tampoco Inglaterra utilizó la fuerza para sustraer a Julian Assange cuando éste se refugió en la Embajada de Ecuador en Londres, pese a las presiones estadounidenses. El gobierno inglés tuvo que utilizar la vía de la negociación para lograr su objetivo, por las implicaciones que tendría valerse de la violencia contra un país extranjero, pues las embajadas son consideradas "territorio nacional" de cada representación diplomática.

Así pues, el mandatario ecuatoriano Daniel Noboa Azin cometió un gravísimo atropello al ordenar el ingreso de las fuerzas especiales a la sede diplomática mexicana en Quito, capital de Ecuador.

No pocos analistas han señalado el peligroso antecedente en Damasco a principios de semana, cuando el consulado iraní fue bombardeado por la aviación del Estado de Israel, causando la muerte de más de diez personas, entre ellas el alto general Mohammad Reza Zahedi. Ante el hecho, el gobierno de la República Islámica de Irán amenazó con ordenar medidas militares contra el país agresor. En Tel Aviv, Haifa y las principales ciudades israelíes cunde el pánico ante la probable respuesta de Irán a lo que considera un ataque directo contra "suelo iraní".

Afortunadamente el asalto ecuatoriano no provocó muertes, por lo que la respuesta no será armada como en Asia Occidental / Medio Oriente. Mientras tanto, "Colombia promoverá acción para que la CIDH [Corte Interamericana de los Derechos Humanos] expida medidas cautelares en favor de Jorge Glass al que se le violó de manera bárbara su derecho al asilo", publicó en su cuenta en X (antes Twitter) el mandatario colombiano Gustavo Petro

El Derecho Internacional agoniza. El "orden basado en reglas" que inventó Estados Unidos de América, privilegiando sus intereses, está causando caos poniendo en riesgo la paz y la estabilidad del mundo.

De Damasco a Quito todos debemos condenar la violación de las convenciones y tratados internacionales. De otra manera, nos volveremos cómplices y, tal vez mañana, víctimas de gobiernos desquiciados como el de Daniel Noboa o Benjamín Netanyahu. 

Sábado 6 de abril de 2024 | 9:51 horas.


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* Artículo de opinión publicado en Cortamortaja y Romonoticias el sábado 6 de abril de 2024. 

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