En el Estado de Oaxaca no sólo son tradicionales las festividades que atesoran celosamente miles de comunidades indígenas, pertenecientes a más de quince grupos étnicos. Tampoco lo son únicamente las celebraciones instituidas por parte de las autoridades gubernamentales, como el Festival del Río en Juchitán, la Guelaguetza en Oaxaca, o el Guendalizá en Tehuantepec.
Por desgracia, millones de personas esperan con indignación el paro de labores que cada año realiza la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Triste realidad que en esta ocasión convoca al gremio de profesores que agrupa a más de 70 mil personas, mismos que han hecho el anunció formal del inicio de la suspensión de actividades docentes para el lunes 21 de mayo. Esto, por considerar “insuficientes” los ofrecimientos de los gobiernos federal y estatal.
¿Cuáles son las demandas de los profesores? Las mismas de siempre: elevación de sueldo, más prestaciones, suspensión de la Alianza por la Calidad Educativa (ACE), presentación con vida de ciertos personajes, liberación de los presos políticos, juicio al ex Gobernador Ulises Ruiz y otras tantas. Podríamos decir que en el pliego petitorio de los docentes se mezclan exigencias laborales con reivindicaciones políticas. Después de todo, lo que ha caracterizado a la Sección 22 es su fiera militancia. Pero, ¿y la educación?, ¿y el desempeño?, ¿y las obligaciones con los cientos de miles de alumnos así como con sus padres de familia?, ¿y la sociedad? Todo puede esperar…
Mayo será mes de suspensión que los ciudadanos tendremos que sufragar, porque si bien el sindicato deja de trabajar, jamás deja de percibir su sueldo. Por cada día que los profesores se ausenten de las aulas, gozarán de salario; por cada día que bloqueen calles y avenidas, percibirán un estipendio; por cada semana que desquicien la economía y el libre tránsito de millones de personas, ellos seguirán ganando.
Un derecho que no es acompañado por una obligación es un privilegio. Y a todos nos ha quedado claro que el gremio magisterial vive impune y privilegiado debido a la debilidad de los diferentes gobiernos que no saben negociar ni saben aplicar la ley. Las personas que votaron por Gabino Cué pensando que éste sabría atender las justas demandas del gremio, se equivocaron; porque dichas demandas son tramposas y se plantean para no ser cumplidas.
Esperemos que los miles de profesores que están sujetos a una dirigencia rancia e intolerante, sepan encontrar los causes de reflexión y diálogo. Ojalá pronto se democratice verdaderamente la Sección 22; ojalá las plazas ya no se vendan, ojalá exista mayor preocupación por el desempeño antes que por nadar en las turbias corrientes de la política. Ojalá detengan su acción nociva y busquen alternativas a sus manifestaciones, que no pasen necesariamente por el caos vial y el abandono de sus obligaciones para con el alumnado.
La sociedad ya está cansada. Todos estamos hartos de que cada año sea lo mismo.
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Texto publicado en NOTICIAS, Voz e Imagen de Oaxaca el martes 22/May/2012.