Peña Nieto, solidario

Gubidxa Guerrero

El Presidente Electo de México está de gira por Europa. Y aunque desde los preparativos de su visita despertó polémica (sobre todo por el “préstamo” del avión presidencial para tal viaje), hoy vuelve a dar de que hablar.

Enrique Peña Nieto, futuro mandatario de nuestro país, se encuentra en la Península Ibérica. Y allá, en la tierra de los reyes borbones, ofreció la ayuda de su gobierno a la maltrecha economía española.

La declaración no deja de ser interesante por cuando uno se pregunta ¿de qué manera un país subdesarrollado como el nuestro podría apoyar a un Estado de la Unión Europea?

Quizás el exgobernador mexiquense no se refería propiamente a un apoyo activo para que España salga de la severa crisis económica que la afecta, sino más bien a una ayuda pasiva: dejar que las inversiones ibéricas fluyan a nuestro país sin mayores trabas y en un sector muy codiciado como es el energético.

Ayuda, la que dio Estados Unidos de América a los países europeos después de la Segunda Guerra Mundial. Ayuda, la que brinda Cuba a muchos países pobres en el sector de la salud y del deporte. Ayuda, la que se brinda cuando un Estado sufre una catástrofe natural, como terremotos e inundaciones. Y a nada de lo anterior se asemeja el ofrecimiento de nuestro futuro Presidente.

En el Istmo de Tehuantepec se refleja claramente la verdadera relación de España y México: buena parte de los capitales que están construyendo varios parques eólicos en los terrenos ancestrales de los binnizá e ikoots son españoles. A España se va la mayor parte de las ganancias que dejan dichos parques, cuyos contratos en algunos casos han sido foco de conflicto.

¿Y si la “ayuda” que el futuro inquilino de Los Pinos desea otorgar a los empresarios españoles lo destina a apoyar a los inversionistas de su país? ¿Y si en lugar de “abrir Pemex” a las trasnacionales la apertura a los capitales mexicanos? ¿Y si destina asistencia a sus paisanos istmeños para resolver los litigios contra empresas extranjeras?

Mucho apoyo se necesita de este lado del Océano, como para andarlo ofreciendo donde no lo requieren como aquí y donde, probablemente, no lo sepan agradecer. Es una opinión.


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Texto publicado en NOTICIAS, Voz e Imagen de Oaxaca el jueves 18/Oct/2012.