Bloquear no es un derecho, es un delito


Gubidxa Guerrero

Hablar del tema es hasta engorroso. Los bloqueos carreteros se han vuelto tan cotidianos que muchos habitantes terminaron por resignarse. “Nada puede hacerse”, dicen unos; “el gobierno es cómplice al no sancionar a los líderes”, señalan otros. Y entre las pugnas políticas de ciertos gremios con las autoridades, hay una víctima primordial: la ciudadanía.

Ante el desánimo debe prevalecer la denuncia. Los cierres viales como medio de presión han perdido efectividad pues no son legítimos. Pero, ¿y el derecho a la manifestación? La Constitución lo protege; así como protege el derecho a la protesta y a la denuncia contra los malos funcionarios. Pero un derecho no se ejerce violando otros; por ello, la misma Constitución señala los mecanismos para efectuar una queja social.

Hay muchas maneras para mostrar cierta inconformidad: desde organizar una reunión popular en alguna plaza pública, utilizar medios de comunicación para hacer saber la molestia, hasta denunciar algún tipo de abuso en las instancias jurídicas correspondientes. Pero violar el derecho de personas inocentes para hacer valer el propio es, además de ilegítimo, ilegal, ya que viola varias garantías individuales.

Nadie puede exigir el cumplimiento de una prerrogativa lastimando descaradamente las de los demás. Pero la culpa no es únicamente de los pseudolíderes, que han hecho de éste, el método más fácil de presionar o chantajear. La responsabilidad también concierne a las autoridades que ignoran las justas demandas ciudadanas y no brindan los medios para la oportuna denuncia. También son culpables en tanto que se niegan a procesar a ciertos dirigentes por estar coludidos con ellos en sus intereses mezquinos.

¿Criminalizar la protesta? Es lo peor que un régimen puede hacer. Pero defender el derecho al libre tránsito no es criminalizar la protesta, sino ponerse del lado de las mayorías e impedir que se cometan delitos a la vista de todos. La protesta es legítima cuando no afecta al pueblo. La protesta es legal cuando no viola los derechos de miles de ciudadanos inocentes.

El Secretario de Gobierno, Jesús Martínez Álvarez, ha dicho que se aplicará la ley ante los bloqueos carreteros. Declaró, asimismo, que la Procuraduría General de la República (PGR) está próxima a ejecutar diversas órdenes de aprehensión por los bloqueos en diversas partes de la Entidad como Ayoquezco de Aldama, Magdalena Apasco Etla, el Canal 33 en el Istmo de Tehuantepec y en la carretera a la región de la Costa. Recordó que éstos son delitos específicos de carácter federal y/o estatal.

Veremos si se hace efectivo. Ojalá no sean los humildes peones de este tablero de ajedrez los que sean enjuiciados. Si de verdad quiere sentarse un precedente, el brazo de la justicia debe dirigirse hacia quienes se han beneficiado política o económicamente por los bloqueos, es decir los peces gordos.

Permítasenos dudar de la trascendencia de esta medida. Más todavía si entre los altos funcionarios estatales se encuentran varios dirigentes que se han valido de los cierres carreteros para exigir prebendas y escalar puestos públicos. La experiencia desanima. Ojalá que nuestra duda desaparezca con hechos.



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Texto publicado en NOTICIAS, Voz e Imagen de Oaxaca el lunes 02/Abr/2012.