Gubidxa Guerrero
Está por cumplirse un año más del inicio de la Revolución Mexicana. Un 20 de noviembre de 1910, estipuló Francisco I. Madero en el Plan de San Luis, que debía estallar el movimiento que tendría por objeto derrocar al Presidente de la República, General Porfirio Díaz.
Esta fecha, se convirtió desde hace décadas en la segunda más importante de las efemérides nacionales, solamente después de la Independencia de México, que celebramos el 16 de septiembre de cada año (con el “grito” previo del día 15). Y esto, todos lo sabemos; de Chiapas hasta Sonora.
Lo que no todos conocen es que el anciano Presidente que renunció en mayo de 1911 a raíz de la rebelión maderista, comenzó su carrera militar en tierras zapotecas del Istmo. Casi ninguno recuerda tampoco que Porfirio Díaz Mori, oaxaqueño descendiente de mixtecas, luchó valientemente en los dos movimientos armados más importantes del siglo XIX en México: la Guerra de Reforma, y la Intervención Francesa. La historia oficial se ha dedicado más a criticar los yerros del General, que a exaltar y reconocer sus virtudes y aciertos.
Lo que los istmeños deben saber es que ―como ya se mencionó― Porfirio Díaz pasó varios años en nuestra planicie costera. Aquí adquirió sus primeros grados, aquí obtuvo la experiencia política y militar que lo llevaría a las altas cimas del poder; y conservó un fuerte vínculo político y emocional con los habitantes del Istmo. No hay pueblo, por pequeño que fuera, que no hubiese visitado Porfirio Díaz en 1858 y 1859. Peleó en Jalapa del Marqués, en Tehuantepec, en Mixtequilla y en todos los campos de nuestra región. Los soldados más diestros los obtuvo de Guevea, de Juchitán y del entonces barrio de Guizii, San Blas (hoy Villa de San Blas Atempa); tal como él mismo lo dejó registrado en sus Memorias, no muy difundidas.
¿Sabían que Porfirio Díaz fue Gobernador y Comandante Militar del Departamento de Tehuantepec por casi dos años durante la Guerra de Reforma? ¿Sabían que el grado de Mayor de Infantería lo obtuvo en la batalla de Las Jícaras?, ¿y que el de Teniente Coronel se le concedió por la batalla de Mixtequilla, que concluyó en un paraje conocido como Los Amates, que todavía existe? Porfirio Díaz se hizo merecedor del grado de Coronel por la batalla más importante que se peleó en el Istmo durante ese periodo histórico, durante la cual, samblaseños comandados por Francisco Cortés, y juchitecos bajo la dirección de Pedro Gallegos, derrotaron, en Santa María Reu, a un número muy superior de soldados conservadores provenientes de fuera. Toda esta información permanece en el olvido, siendo del conocimiento de muy pocas personas.
Permítaseme honrar la memoria de Porfirio Díaz Mori, hombre valiente, con más virtudes que defectos, que conoció y amó a su pueblo como muy pocos mandatarios de nuestro país.
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Texto publicado en Enfoque Diario, el sábado 16/Nov/2013. Una versión se publicó en Cortamortaja el 02/Jul/2016. Enlace: https://www.cortamortaja.com.mx/opinion/1594-porfirio-diaz-en-el-istmo-faro-cultural