Fotografía.- Gibrán Toledo |
Gubidxa Guerrero
[Texto publicado en Enfoque Diario, el jueves 07/Nov/2013]
Hace tres semanas que los vecinos de una importante vialidad de Juchitán decidieron decirle 'NO' a la instalación de bases de mototaxis en sus rumbos.
Los habitantes de la avenida Miguel Hidalgo, en el centro de la ciudad, se vieron inundados de mototaxis como consecuencia de unos acuerdos ente líderes de la COCEI, taxistas, Ayuntamiento juchiteco y Gobierno del Estado. En dicho convenio la ciudadanía no fue consultada ni tomada en cuenta.
Al principio había unas cuantas unidades. Después fueron decenas. Los vecinos jamás se negaron a la circulación de las motos, pues consideran que todos tienen derecho de transitar por las calles de Juchitán. El asunto estalló por los percances con algunas personas de la zona, y por no respetar el sentido de la calle, pues esta vialidad, que iba de poniente a oriente, fue convertida en una de doble sentido por mandato de quién sabe quién.
Los vecinos de Hidalgo siguieron los cauces necesarios. Solicitaron ser escuchados, pero se cansaron de enviar oficios a distintas instancias; y después, ante la total indiferencia de las autoridades municipales, decidieron impedir, por sí mismos, la instalación de bases de mototaxis. ¿Cómo? Cerrando la calle.
La intimidación no se hizo esperar. Al poco tiempo, un grupo de vándalos fue enviado a retirar los objetos con que los vecinos impedían su circulación. Las fotografías y videos dieron la vuelta en las redes sociales, como Facebook y Twitter. Sin embargo, la Av. Hidalgo siguió firme.
Desde el comienzo dijeron que si no eran atendidas sus demandas cerrarían la calle definitivamente, resguardándola de todos los grupos políticos. La pondrían, en cambio, a disposición de la ciudadanía para actividades deportivas y culturales.
Parece que llegó el día. Ya enviaron el oficio correspondiente, dando aviso a las instancias de gobierno, de que clausurarán definitivamente la avenida. Es cuestión de días para que esta importante vialidad de Juchitán sea peatonalizada, tal como sucede con algunas avenidas de Oaxaca de Juárez o el mismo Distrito Federal.
Los funcionarios no hicieron caso, los políticos y líderes tampoco. Un grupo de ciudadanos se cansó… ¿Qué otras calles siguen?