Gubidxa Guerrero
[Texto publicado en Enfoque Diario el jueves 15/Ago/2013]
Hace un mes se realizaron las elecciones estatales. Durante cuarenta días la Entidad se vio a salvo de los constantes bloqueos que la desquician casi a diario. Tan solo en el Istmo de Tehuantepec se calcula que hay un cierre carretero cada tercer día.
No pocas personas dejaron de notar la relación entre campañas políticas y disminución de los bloqueos. Ello demuestra que la inmensa mayoría de la parálisis del tránsito se debe a causas políticas más que sociales. Son los dirigentes de las diferentes expresiones partidistas quienes abusan del poder de movilización.
En todo los Estados hay problemas, pero en ninguno se dan los bloqueos como en Oaxaca. Lo que se debe en buena medida a la indiferencia de las autoridades por canalizar los problemas o, en el peor de los casos, por su complicidad con los líderes bloqueadores. Baste recordar quiénes apoyaron al actual mandatario: sindicatos, agrupaciones “sociales” como la COCEI, etcétera.
Una vez que concluyó el proceso electoral y los candidatos se quitaron el disfraz de oveja, los ciudadanos volvimos a padecer los males cotidianos. No obstante, debo precisar que no todos los bloqueos son iguales. Siempre me he cuidado en decir que la ‘mayoría’ lo son, dejando abierta la posibilidad de que un porcentaje minúsculo obedezca a causas extremas, como el de los Chimalapas o el de los padres de familia que se manifestaron porque el gobierno no les quiere acreditar los estudios a sus hijos.
Pretextos para bloquear siempre existirán. Ojalá las autoridades asuman la responsabilidad que les corresponde de velar el derecho al libre tránsito de millones de personas. Que atiendan, que canalicen, que resuelvan… Pero que no pequen de indiferencia mientras nuestras madres y abuelas caminan por el inclemente sol.
La segunda semana de agosto ha sido intensa en nuestra región istmeña. La carretera Panamericana se obstaculiza casi a diario, por ello no debemos dejar de insistir en el tema. Para que a los actores sociales y políticos les quede claro que no tenemos por qué vivir secuestrados por siempre. Ninguna forma de lucha que perjudique directamente al pueblo será legítima. Espero que lo tengan presente quienes acuden a este método como primera forma de presión…