Gubidxa Guerrero
[Texto publicado en Enfoque Diario el jueves 22/Ago/2013]
Con una maestría singular, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano ―ex Gobernador de Michoacán, ex Jefe de Gobierno del Distrito Federal, tres veces candidato a la presidencia de la República y, para el caso en cuestión, hijo del General Lázaro Cárdenas― cimbró la discusión sobre la Reforma Energética.
Al hijo del mandatario que expropió el petróleo en 1938 le dio por aprovechar hábilmente una herramienta constitucional aprobada apenas el año pasado: la consulta pública.
Sabiendo que el PRD está en una desventaja absoluta en el Congreso ante el PRI y el PAN, que apoyan la iniciativa de Enrique Peña Nieto de abrir el sector energético a empresas privadas extranjeras para “fortalecer” Pemex, Cárdenas busca apelar directamente al pueblo.
Esta maniobra no puede ser descalificada por nadie, porque además de ser enteramente legal, ahorra la satanización de la movilización social que pretende impedir, a su modo, la referida Reforma.
Para los perredistas resulta todavía más importante, en tanto que arrebata por vez primera la iniciativa a Andrés Manuel López Obrador para encabezar las movilizaciones de millones de mexicanos.
El sol azteca tendrá un objetivo común para los próximos meses: lograr que más de un millón de personas suscriban una solicitud pidiendo la consulta que derogue las reformas constitucionales que muy probablemente se aprueben en días próximos.
No cabe duda que más sabe el diablo por viejo que por diablo. Mientras Marcelo Ebrard lleva siete años buscando arrebatar la iniciativa al tabasqueño, el octogenario michoacano lo hizo sorpresivamente.
¿Qué hará López Obrador? No es lo mismo despotricar contra los “chuchos”, que descalificar a Cárdenas… Al parecer tendrá que hacer de la vista gorda, para no alimentar la estrategia perredista. Probablemente haga como que no tiene importancia y se sume a la lucha de los maestros de la CNTE quienes, dicho sea de paso, están acaparando los titulares por la violencia con que se conducen en la capital del país.
En política nada está escrito. Hay dos estrategias para un mismo objetivo: echar atrás la propuesta del PRI nacional, que no es otra que la intentona neoliberal de abrir el sector a la participación de la iniciativa privada. ¿Lo conseguirán? El tiempo dirá.