Gubidxa Guerrero
Están a punto de cumplirse los primeros cien días de gobierno de las autoridades municipales en el Estado de Oaxaca. Durante ese lapso, los ciudadanos hemos podido constatar si las propuestas y demás promesas de campaña fueron mera carnada para atraer votantes o genuinos planteamientos pensados para mejorar las condiciones de las diferentes poblaciones.
Resulta arriesgado emitir calificativos acerca de un gobierno antes de sus primeros cien días. Aunque nunca dejará de ser tentador hacerlo, sobre todo cuando esos primeros cien días son apenas la continuidad de una administración anterior, como en el caso que estamos refiriendo.
Es bastante conocida la influencia del ex Senador de la República, Héctor Sánchez López, en los asuntos que competen a su ciudad de origen. Este líder zapoteca maniobró hábilmente para que Saúl Vicente lograra la candidatura “de unidad” entre las facciones coceístas y se desempeñó como poder en la sombra durante sus tres años de gobierno. Por ello, para algunos resulta preocupante que haya conseguido cumplir las aspiraciones de su hermana Gloria, quien a partir del primero de enero ocupa la oficina principal del Palacio Municipal.
Y es que la anterior administración no se caracterizó por su buen desempeño. De hecho, la percepción de buena parte de la opinión pública es que Saúl Vicente ha sido el peor presidente de Juchitán. Tan sólo en su último año de gobierno se perpetraron noventa asesinatos, la mayoría de los cuales fue a plena luz del día, en calles transitadas, lo que provocó terror entre los habitantes. Pero ya desde su segundo año se habían dado más de sesenta homicidios e innumerables hechos delictivos, lo que obligó a que la ciudadanía se organizara para protegerse ante la indiferencia del munícipe. De hecho, cuando nacieron las juntas vecinales, en lugar de ser respaldadas por el gobierno, fueron duramente obstruidas y descalificadas por éste. Afortunadamente, en algunos puntos de la ciudad los habitantes lograron reducir considerablemente, y por sí mismos, la delincuencia, situación que continúa pese al nulo interés de las autoridades.
Gloria Sánchez simplemente constituye un nuevo rostro frente a los asuntos públicos. Hasta ahora no ha dado muestras claras de que su gobierno será distinto. Baste ver hacia cualquier rincón de la ciudad para constatar que las cosas siguen igual, si no es que peor.
A través de gestos simbólicos ha pretendido hacer creer a la ciudadanía que su administración representa un cambio. De este modo, a mediados de febrero envió policías a desalojar unos cuantos puestos temporales, diciendo que “ordenaría” el comercio ambulante, cuando en realidad éstos controlan las calles céntricas de la ciudad y militan en distintos grupos coceístas que son, a final de cuentas, los que votaron por ella. Ni orden ni control del ambulantaje. Mero espectáculo frente a las cámaras.
Asimismo pasó cuando el Ayuntamiento dio a conocer un rimbombante acuerdo para impedir la instalación de nuevas bases de mototaxis en la ciudad. Paradójicamente, la mayoría de los integrantes del Cabildo, por no decir que todos, controlan grupos bien definidos de esta modalidad de transporte público. Es decir, el anunció debió decir: “No permitiremos bases de grupos ajenos a los nuestros”, porque, a decir verdad, apenas quedan esquinas en Juchitán para albergar sitios. Las principales vialidades están ocupadas desde hace mucho por las agrupaciones que los mismos concejales dirigen. Más simulación.
Otro tanto podría decirse con el tema cultural. En lugar de fortalecer este rubro que ha dado prestigio al municipio y ha contribuido al fortalecimiento de la identidad zapoteca, el gobierno desapareció la regiduría correspondiente, supuestamente para quitar el control del área a cierto dirigente político. Es sabido que las concejalías se distribuyen al iniciar la administración municipal. Nada costaba a la alcaldesa promover un cambio de manos de la regiduría referida, otorgándosela a gente de toda su confianza enlistada en la planilla ganadora, en lugar de desvanecerla. Finalmente, la redujo a una simple dirección, de la que ella tiene control absoluto.
De la inseguridad mejor ni hablamos. En estos primeros cien días llevamos diez asesinatos y otros tantos heridos de gravedad. Los robos a mano armada se han disparado como nunca y los delitos se siguen cometiendo, principalmente a bordo de mototaxis, por gente sin escrúpulos que en lugar de utilizar este medio como fuente honesta de ingresos, lo usa para perjudicar a la ciudadanía. Pero no nos extrañe esta situación, cuando los mismos dirigentes políticos han exigido que sus muchachos sean puestos en libertad. ¿Con qué autoridad moral la alcaldesa pretende disciplinar a los mototaxistas, cuando ella misma presionó, hace algunos años, por la liberación de varios delincuentes confesos?
Pero no todo tiene por qué continuar así. Gloria Sánchez, y compañía, tienen la oportunidad histórica de enderezar el rumbo del municipio, pues cuentan con una oposición dividida y ejercen control casi absoluto al interior de la llamada Cocei. El hecho de que en 2018 pueda presentarse nuevamente en la boleta electoral para un segundo período, debe servir de estímulo para que desempeñe óptimamente su función. Para ello, deberá dejar de lado los gestos y comenzar a realizar acciones verdaderamente trascedentes. Sólo así contará con el respaldo resuelto de la ciudadanía, hoy apática, y Juchitán podrá retomar el lugar que se merece.
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Texto publicado en Enfoque Diario el jueves 06/Abr/2017. Publicado en Cortamortaja el viernes 07/Abr/2017. Enlace: https://www.cortamortaja.com.mx/opinion/3251-gloria-sanchez-de-cara-a-sus-primeros-cien-dias-de-gobierno