Profesores de la Sección 22, impidiendo que Mexicanos Primero realizara su actividad. Foto.-La Jornada. |
Gubidxa Guerrero
[Texto publicado en Enfoque Diario, el jueves 21/Feb/2013]
Por mucho tiempo el imaginario colectivo ha visto como fuerzas antagónicas a Elba Esther Gordillo y a la Sección 22 del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE, que cuando le conviene dice ser Coordinadora Nacional…) Aquélla es la lideresa de los profesores de todo el país. Éstos, en contraposición, dicen ser “disidentes”.
La Maestra, como también conocen a Gordillo, fue mujer muy cercana al poder. Y enfatizo el tiempo pasado, porque a Enrique Peña Nieto parece que no le desagrada la idea de alejarla de los corredores desde donde se toman las decisiones. Ante el descrédito de la profesora Elba Esther, y la necesidad de reorganizar la estructura corporativa más grande de América Latina en aras de su privatización, desde hace años se prepara el golpe contra la lideresa.
Factor crucial han sido los medios de comunicación. Desde la televisión, los periódicos (de izquierda y derecha), las redes sociales, han llovido críticas en contra del sindicalismo “charro” que antepone los intereses cupulares a los de la niñez mexicana.
México es un país rezagado. Hay temas sensibles que lastiman los anhelos de nuestros abuelos y de quienes lucharon y murieron en las gestas heroicas por darnos un mejor futuro. La educación es uno de los aspectos más delicados, pues de eso depende el desarrollo de un pueblo. Una nación educada tiene infinitas veces más posibilidades de progresar que una que no lo está. Por ello las potencias primermundistas destinan cuantiosos recursos al rubro. Pero no se trata únicamente de cifras elevadas, sino de porcentajes; pues alguien podría justificar que un Estado pobre gaste menos en la formación de sus jóvenes que uno rico, pero no que destine un menor porcentaje de su Producto Interno Bruto (PIB).
Pero, si el diagnóstico para el país no es muy alentador, ¿cómo será para el Estado de Oaxaca? La Entidad que habitamos está entre las más rezagadas dentro de las que conforman los Estados Unidos Mexicanos. Y si al SNTE de Elba Esther, sumamos la Sección 22 “disidente”, la cosa está para llorar.
Ayer miércoles 20 de febrero los profesores bloquearon nuevamente en Oaxaca. Esta vez un hotel donde Claudio X. González Guajardo, presidente de la organización civil Mexicanos Primero, presentaría el "Índice de Desempeño Educativo Incluyente (IDEI), avance en los estados de 2009 a 2012".
Una organización que no se cansa de decir que es reprimida y censurada, utilizó la fuerza para impedir que se dieran datos. Recurrió a una práctica desgastada y contraproducente, como el bloqueo, para callar a quienes piensan distinto. En lugar de confrontar ideas en un plano de igualdad, se fueron por el camino sencillo: la denostación y la violencia (impedir que alguien ejerza sus derechos es violentarlo; tanto, como cuando se hace desde el gobierno).
Desde hace unos meses la Sección 22 y Elba Esther Gordillo están haciendo causa común. Aunque en sus dichos dicen ser contrarios, en la práctica representan un lastre similar para la educación pública. Que no nos engañen: exigir mejoras en el desempeño de los profesores del país, no significa alentar la privatización. La educación debe continuar siendo laica, gratuita y popular, cosa que no está reñida con poner en su lugar a un sindicato que la tiene secuestrada…