Venezuela en vísperas


Gubidxa Guerrero

[Texto publicado en Enfoque Diario, el miércoles 19/Feb/2014]

Hay de protestas a protestas. Cuando un país cuenta con una oposición responsable, que acepta los resultados electorales no sólo cuando le favorecen, sino cuando triunfa el adversario, las manifestaciones no son de cuidado.

Pero cuando un régimen ha vivido recientemente un golpe de Estado y es adversario jurado de la potencia más poderosa del mundo, la situación se complica.

Hablar del caso venezolano es delicado, porque si nos vamos con la finta de algunas imágenes que vemos por televisión, podríamos pensar que se está viviendo una genuina revolución popular. Pero cuando reparamos en los antecedentes de los grupos opositores y sus líderes, de la manera en que han manipulado la información para tergiversar ciertos hechos, debemos ser mesurados.

Mucha gente que ha condenado las manifestaciones violentas en México, está aplaudiendo el llamado a derrocar al gobierno bolivariano de Venezuela. ¿Lo que aplica aquí, allá no? Y viceversa, algunos jóvenes que aquí exigen el derecho a protestar violentamente, critican a la oposición venezolana.

El asunto que está ocupando titulares en la prensa internacional no es meramente interno. Venezuela representa mucho para el mundo, y más todavía para numerosos pueblos que no desean estar alineados con el coloso del norte. Por tanto, lo que ocurra en sus calles y con su gobierno es de mucho interés.

Nicolás Maduro, sucesor de Hugo Chávez al frente de la administración, ha condenado la violencia y ha exigido la investigación de los principales líderes opositores por su responsabilidad en los hechos de los días recientes. Uno de los más visibles, por cierto, se acaba de entregar: Leopoldo López. Además, Maduro ordenó la expulsión de varios diplomáticos norteamericanos por participar, supuestamente, en la organización de las protestas. 

En curioso que los principales medios informativos transmitan escenas de las marchas opositoras, omitiendo las de los medios oficialistas, igual o más nutridas que aquéllas. 
Lo que estamos viendo en Venezuela parece la antesala a un golpe de Estado. Recordemos que el antecesor de Nicolás Maduro padeció uno recién iniciado su gobierno. 

El caso venezolano vuelve a dividir a la opinión pública mundial. Será la primera prueba de fuego del mandatario bolivariano. Bien dice el dicho que lo que no mata te hace más fuerte. ¿Será éste el caso? Lo sabremos en las próximas semanas.