Estudiantes del ITI en la ciudad de Oaxaca. |
Gubidxa Guerrero
El Instituto Tecnológico del Istmo (ITI) es la máxima casa de estudios de nuestra región. Fundada hace varias décadas, y promovida por el incansable Heliodoro Charis Castro (ese General del que medio mundo se burla, sin saber lo que la sociedad contemporánea le debe por sus acciones en pro de la educación), brinda servicios a jóvenes de distintas comunidades istmeñas e, inclusive, de otros Estados.
Pero el Tecnológico también es foco de conflictos estudiantiles. Es innegable la politización en su interior, que ha mermado su calidad académica. La grilla se hace presente de cuando en cuando, desatando actos de violencia o movilizaciones en períodos electorales.
Recientemente supimos de la marcha que emprendieron alumnos y personal docente de la institución referida. Con carteles y lonas exigieron alto a las invasiones sobre terreno que pertenece a la escuela.
En no pocas ocasiones los manifestantes acusaron directamente al alcalde de Juchitán, Daniel Gurrión Matías, de estar detrás de los comerciantes que pretenden instalarse a un costado de la carretera federal, que sirve de desagüe natural en temporada lluviosa.
Por tanto, exigieron al munícipe juchiteco el desalojo de los invasores, bajo advertencia de continuar movilizándose en caso contrario.
El Comité Ejecutivo de la Sociedad de Alumnos del ITI viajó recientemente a la ciudad de Oaxaca para pedir el establecimiento de una mesa de diálogo con el titular del ejecutivo estatal, Gabino Cué Monteagudo. Según la información que refieren algunos medios de prensa, la consigna es el desalojo inmediato de la parte invadida.
La comunidad universitaria tiene todo el derecho de exigir el respeto hacia la propiedad que le pertenece a la institución. Sin embargo, surgen las dudas: ¿quién está detrás de esta exigencia? ¿Quién financia a los manifestantes? Los carteles y las lonas no se pagan solos…
En aras de la objetividad es preciso mencionar lo anterior, pues el Tecnológico debe evitar caer presa de intereses electoreros. En estos tiempos es justo que los jóvenes estén alertas para evitar ser utilizados con fines políticos en disputas internas del PRI.
No obstante, el alcalde de Juchitán debe atender el llamado de un sector estudiantil que ha pedido que se les respeten sus derechos. Las partes deben buscar un acuerdo que evite que el Instituto Tecnológico del Istmo se convierta en arena de lucha de actores políticos municipales...