Imagen de cómo quedaría el parque eólico de Mareña Renovable en la Barra de Santa Teresa |
Por Gubidxa Guerrero
Una multimillonaria inversión está en riesgo. A pesar de que Mareña Renovables afirme que el amparo que se dictó recientemente en su contra no la detendrá en la construcción de un parque eólico en los terrenos de San Dionisio del Mar, el problema puede salirse de las manos, pues se está convirtiendo en un asunto político de resonancia nacional.
Recordemos cómo en el sexenio de Vicente Fox se detuvo un megaproyecto ―el Aeropuerto Internacional― en los terrenos de San Salvador Atenco y otros pueblos mexiquenses. Pensar que por la firma de unos cuantos contratos las obras se realizarán, es pecar de ingenuos.
Desde hace más de dos años he venido escribiendo sobre la pertinencia de la información clara y veraz para una libre elección. En una columna anterior anoté: “Satanizar una manera de producir energía es absurdo e incongruente, pues todos la utilizamos. Santificarla es igual de absurdo y hasta ingenuo, porque ninguna empresa viene a hacer favores; más bien a procurar ganancias, y mientras menos ganen los pueblos, más ganarán ellas. Lo importante es saber negociar, estar INFORMADOS y decidir colectivamente. Ni viles mercenarios que venderían a su pueblo por tres pesos, ni falsos profetas que venderían una lucha por igual cantidad. Unidos e informados todos ganan”.
La información es vital para tomar una decisión que afectará por treinta años el destino de sus terrenos (que es la duración promedio de los contratos). Por desgracia existe un vacío de información que provoca que unos cuantos vivales la aprovechen para dos fines: sembrar el pánico contra los proyectos, o presentar selectivamente sus "bondades".
La información es vital para tomar una decisión que afectará por treinta años el destino de sus terrenos (que es la duración promedio de los contratos). Por desgracia existe un vacío de información que provoca que unos cuantos vivales la aprovechen para dos fines: sembrar el pánico contra los proyectos, o presentar selectivamente sus "bondades".
Todo proyecto de inversión tiene pros y contras. Por ello, en entregas subsecuentes de esta columna mantendremos un diálogo franco con distintos especialistas de un tema que va tomando fuerza, siendo parte ya de la agenda política del círculo más alto de poder en México.
¿Quiénes están detrás de las empresas trasnacionales? ¿Qué grupos se oponen a los proyectos? ¿Qué porcentajes reales de ganancias dejarán las inversiones a los pueblos? ¿Qué similitudes y diferencias hay entre negocios del rubro en la región? ¿Es legalmente posible dar energía a las poblaciones? ¿Qué diferencia hay entre un terreno particular y los bienes comunales? ¿Qué beneficios indirectos para la ecología y la economía arrojarán los proyectos? ¿Qué repercusiones contrarias?
Finalizo con otro fragmento alusivo al tema: “Sí a los aerogeneradores, pero con pagos justos y beneficio social visible. No a las empresas que sólo quieran un beneficio fácil. Sí a las empresas que respeten la voluntad de los campesinos y que realicen proyectos benéficos para las comunidades. Lo ideal es que todos ganemos”.