En mis 34 años no me había sentido al borde de la extinción, como en esta semana en que EE.UU. y Rusia han estado a punto del enfrentamiento por un supuesto ataque químico en Siria.
Los sirios han padecido una terrible guerra promovida por Arabia Saudita, Israel, EE.UU. y algunas potencias occidentales que apoyan a grupos terroristas como el Estado Islámico (ISIS, Daesh o EI), Al Nusra (afiliado a Al Qaeda), entre otros. Dichos grupos se presentaron bajo la máscara de oposición al gobierno legítimo, presidido por Bashar Al Assad. Resulta que Siria forma parte del Eje de la Resistencia, que integran también Irán, Hezbolá (de Líbano) y ahora, asimismo, Irak. Dicho Eje se opone al colonialismo israelí y al intervencionismo norteamericano.
Cuando los sirios vieron lo que pasó en Irak y Libia, es decir la destrucción total de sus instituciones gubernamentales, el caos, la muerte y el desorden generalizados, solicitaron ayuda a Rusia por medios oficiales. Irán y Hezbolá (de Líbano) también se sumaron para contrarrestar el frente occidental antisirio. Gracias al apoyo de sus aliados, el Ejército Sirio logró frenar el avance del Estado Islámico (esos que decapitaban gente en vivo, que los ahogaban en jaulas y que tanto miedo al mundo causaron hace poco tiempo) y de otros grupos terroristas. Siria, con apoyo de Rusia, Hezbolá e Irán fue recuperando paulatinamente sus territorios, lo que no ha sido del agrado de los países "democraticos" como EE.UU., Arabia, Turquía e Israel que deseaban derrocar al gobierno que no les era sumiso.
Los sirios tomaron Alepo (ciudad más importante que Damasco, la capital, económica y demográficamente hablando), al noroeste del país y han arrinconado a los terroristas. Una de las últimas fases de la guerra consiste en recuperar la Guta Oriental, en la zona sur, colindante con el Estado de Israel. Precisamente cuando los sirios han recuperado Duma, la metrópoli principal de esta zona, se presenta un "ataque con armas químicas".
Con semanas de anticipación, el Ejército Ruso había advertido que los terroristas planeaban un montaje para evitar la derrota aplastante. Y sucedió. Precisamente cuando los sirios, libaneses y rusos tomaban Duma, se mostraron videos con "niños atacados con cloro y otros agentes". Donald Trump, mandatario de Estados Unidos, se apresuró a condenar el supuesto ataque. Inglaterra, Francia e Italia, hicieron lo mismo. Pero el inquilino de la Casa Blanca fue más allá, cancelando su participación en una importante cumbre en Sudamérica para decidir su "respuesta" a los sirios.
Vía Twitter, Trump dijo que bombardeará Siria con misiles "nuevos, bonitos e inteligentes". Rusia declaró que evitará los ataques yanquis con su propio escudo antimisiles, los famosos S300 y S400 (entre otros aditamentos), para proteger a su aliado. Los rusos declararon, además, de que en caso de que mueran ciudadanos de la Federación Rusa, el Ejército atacaría los lugares desde donde se hubiesen lanzado dichos misiles, es decir, los portaviones estadounidenses.
Ni en tiempos de la Guerra Fría se estuvo tan al borde de un enfrentamiento entre dos grandes potencias. Martes, miércoles, jueves y hoy viernes lo hemos estado. Por fortuna, Siria no está sola.
Ver video relacionado: https://www.facebook.com/watch/?v=10156933872208273
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Texto publicado en el www.facebook.com/gubidxaguerrero el viernes 13/Abr/2018.