Gubidxa Guerrero
[Texto publicado en Enfoque Diario, el martes 21/Oct/2014]
El año pasado cambiaron algunas cosas en la ciudad zapoteca más poblada: Juchitán. Una de sus agencias, Álvaro Obregón, detuvo el proyecto eólico de Mareña Renovables que pretendía instalar aerogeneradores en la Barra de Santa Teresa perteneciente al municipio de San Dionisio del Mar; asimismo se vivió un fuerte enfrentamiento en la Séptima Sección de Juchitán durante el mes de marzo, a raíz de un nuevo parque eólico en terrenos de la ciudad.
El 8 de mayo de ese mismo año, el Comité Melendre lanzó los Cinco Ejes para la Paz Social en Juchitán. En el tercer punto, recoge el sentir de la comunidad, que opuesta o no a los proyectos eólicos, exige ser tomada en cuenta. A la letra dice: “Transparencia en los proyectos eólicos y consulta a los afectados. Toda sociedad tiene derecho a conocer los proyectos que pretendan implementarse en su suelo. Por tanto, debe socializarse la información en torno a los proyectos eólicos, de tal manera que sean claros y entendibles para toda la población. Sólo con el conocimiento puntual de las condiciones de los contratos, podrán tomarse buenas decisiones. Una vez realizado lo anterior, los proyectos eólicos deberán someterse a consulta entre los propietarios y la sociedad, pues cada metro de tierra de nuestro pueblo es herencia de las luchas que emprendió nuestra comunidad en su conjunto, por lo que existe el deber moral de tomar en cuenta a todos sus habitantes, sean o no propietarios”.
Este lunes 20 de octubre de 2014 el Ayuntamiento juchiteco, la Secretaría General de Gobierno del Estado, la Secretaría de Energía del Gobierno de la República y otras instancias gubernamentales comenzaron el “proceso de consulta previa, libre e informada sobre la construcción y operación de un proyecto eólico en Juchitán de Zaragoza”.
Este ejercicio es inédito, pues no hace recaer el derecho de decidir en un solo sector de la comunidad, como podría ser la Asamblea de Comuneros y/o Ejidatarios, alguna organización social o el mismo Ayuntamiento; sino que, de manera abierta, se convoca al mayor número de entidades representativas para que participen, como pueden ser las Sociedades de Velas, representantes de las instituciones educativas y culturales, representantes de organizaciones económicas, asociaciones ganaderas, grupos de mujeres y representantes de la sociedad civil, por citar solo algunos ejemplos.
Estamos frente a una magnífica oportunidad para cambiar la manera en que estos proyectos se han implementado. La ciudadanía en general debe conocer puntualmente y en su idioma, las implicaciones de un nuevo parque eólico en terrenos que adquirieron sus ancestros y al que siempre han estado vinculados.
Debe reconocerse este esfuerzo. Debe cuidarse esta consulta, para que no se convierta en una maniobra que legitime decisiones tomadas con antelación. Toda la comunidad debe participar, proponer y decidir democráticamente.