Gubidxa Guerrero
[Texto publicado en Enfoque Diario, el lunes 14/Oct/2013]
No conozco al médico Mariano Vicente, ni simpatizo con el partido que lo postuló a la alcaldía de Salina Cruz ―el Panal―, pero debo reconocer el gran entusiasmo que su candidatura despertó entre los electores del puerto.
Hace algunos meses mencioné que:
en Salina Cruz no votan por el partido sino por el candidato. Es una verdad que todo el Istmo constata en cada proceso comicial, y que quedó demostrada en la reciente elección.Con poco presupuesto, sin una gran campaña propagandística, el médico de los pobres saltó al ruedo para invitar a los salinacrucences a brindarle su confianza. Poco a poco, conforme iba caminando las colonias del puerto, fue sumando adhesiones.Primero se le ignoró. Pocos pensaban que su campaña levantaría. Después fue motivo de burlas, por la mera idea de pensar en competir contra los grandes. Pero con el paso de las semanas el PRI-PVEM y el PAN-PRD-PT fueron viendo en él a un verdadero adversario, de tal manera que los principales candidatos entraron en apuros.
Este fin de semana el Tribunal Estatal Electoral del Poder Judicial de Oaxaca (TEEPJO) declaró inválida su victoria, y ordenó al Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO), otorgar la constancia de mayoría a la planilla postulada por la Coalición Compromiso por Oaxaca (PRI-PVEM) encabezada por Rosa Nidia Villalobos.
Lo anterior, además de constituir una grave afrenta para miles de ciudadanos porteños que confiaron en las instituciones democráticas, pone a una de las ciudades más importantes del Estado en riesgo de un grave conflicto postelectoral.
Mariano Vicente no cuenta con estructura suficiente para chantajear al gobierno, como suelen hacer perredistas y priístas; tampoco es amigo de prominentes políticos del país; pero goza de simpatía genuina entre miles de personas hartas de la politiquería, que indudablemente defenderán el resultado que arrojaron las urnas en julio.
Es importante mencionar que el proceso no está concluido, y que existen otras instancias de apelación, a nivel federal, que pueden voltear nuevamente el resultado. Será en Xalapa, Veracruz, donde se defina este brollo, desde el punto de vista legal, pero en las calles y plazas de Salina Cruz podría vivirse otra batalla ―ésta de carácter social y político― por defender el voto popular. Estaremos al pendiente.