Terminaron los meses de espera por conocer el nombre del candidato de la alianza PAN-PRD a la presidencia municipal de Juchitán. Ya todos sabemos que el abanderado que intentará recuperar la alcaldía juchiteca es Saúl Vicente, viejo militante de la izquierda, representante de los pueblos indígenas mexicanos ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La decisión que en el último momento tomó el PRD estatal sembró la incertidumbre en las filas coceístas. Como se recordará, un sector importante había apostado por la candidatura de Emilio De Gyves, hijo del ex presidente municipal Leopoldo De Gyves de la Cruz.
De hecho, hace algunos meses, cada uno de los dos grandes bandos en que se dividió la COCEI organizó un ejercicio para “elegir” a su candidato. Ambos actos ―una elección interna y un plebiscito― fueron avalados por las instancias estatales. En el primero de ellos resultó vencedor Saúl Vicente, y en el otro Emilio De Gyves.
El fantasma de la división volvió a rondar las calles de Juchitán, ya que es bien sabido que los coceístas unidos siempre ganan, pero divididos corren el riesgo de ser vencidos.
Así sucedió en tiempos del profesor Enedino Jiménez, cuando un cisma en la izquierda facilitó el triunfo de Héctor Matus Martínez, hoy nuevamente convertido en candidato del PRI. La historia volvió a repetirse hace tres años, cuando dos candidaturas dividieron el voto de la COCEI, lo que permitió el arribo de Daniel Gurrión Matías al Palacio Municipal.
Emilio De Gyves, por su parte, ayer fijó su postura en un documento que afirma, entre otras cosas, lo siguiente: “Algunos suponen que ante esta decisión [la candidatura de Saúl Vicente] seremos factor de división en la COCEI. Emilio De Gyves Montero no forma parte de la casta de mediocres y traidores que han sido causantes de la derrota del pueblo juchiteco. En estos tiempos, la responsabilidad y madurez deben prevalecer, la consolidación del proyecto de transición democrática en Oaxaca depende de obtener la mayoría en el Congreso del Estado así como refrendar triunfos y recuperar Municipios que hemos perdido por malas decisiones. El triunfo no se constituye con buenos deseos, se construye con la unidad, y para ello el candidato tendrá que tomar las iniciativas necesarias para construirlas e incluir a todas las expresiones de la COCEI y en conjunto buscar el reencuentro con toda la sociedad juchiteca”.
Veremos cuál será el precio de la “unidad”. Ya nos enteraremos del número de regidurías y/o trabajadores del Ayuntamiento que corresponderán a la “expresión” derrotada.
De cualquier manera, no todo está dicho. Aún falta escuchar algunas voces importantes en Juchitán. Falta, asimismo, oír el clamor más valioso: el de la sociedad.