Gubidxa Guerrero
[Texto publicado en Enfoque Diario, el lunes 26/Oct/2015]
Se dice que es más peligroso un delincuente de ‘cuello blanco’ que un ladrón común. Éste roba cantidades menores. Aquél, en cambio, sustrae millones de pesos…
Muy sabidos suelen ser los casos en que gente ‘de bien’ comete atracos al erario. El caso más emblemático es el de Raúl Salinas de Gortari, hermano del ex Presidente de México, Carlos Salinas.
Pero no es necesario desviar recursos de las arcas públicas para actuar de manera inmoral. Algunos funcionarios aprovechan sus altos cargos para realizar acciones que los beneficien directamente, aunque vayan en contra de los intereses de la sociedad a la que se deben.
Tal situación estaba ocurriendo en la ciudad de Oaxaca. El Secretario de Turismo y Desarrollo Económico del Gobierno del Estado, José Zorrilla, impulsó la construcción de un Centro Cultural y de Convenciones (CCCO). El nombre suena atractivo. La obra, también. Pero existía un pequeño detalle. Se pretendía construir en un sitio natural emblemático de los Valles Centrales: el cerro del Fortín; donde anualmente se realiza la famosa Guelaguetza y donde todavía queda un pequeño bosque que brinda oxígeno a la población. Aunado a lo anterior, los grandes beneficiados de la obra serían los accionistas del Hotel Victoria, entre quienes se encuentra nada menos que el mismísimo Secretario de Turismo.
Lo que podría ser considerado como un conflicto de intereses, en el gobierno de Oaxaca se asumió como una mera coincidencia.
Pero ante la monumental obra, surgieron voces que desde la sociedad civil pedían que se replanteara el proyecto. El pintor de talla mundial Francisco Toledo consiguió articular dichas voces para que tomaran mayor fuerza.
Nadie se opuso jamás a que en la capital del Estado se edificara un Centro Cultural y de Convenciones. La única objeción que se tuvo desde el principio es que se construyera en el Cerro del Fortín, para beneficiar al consorcio hotelero del que forma parte el Secretario de Turismo.
La batalla no estuvo exenta de peligros. El artista plástico zapoteca fue agredido físicamente, junto con vecinos que también pedían respetar esta área natural emblemática de los Valles Centrales.
El gobierno estatal llegó a organizar una consulta ciudadana, tratando de legitimar la construcción que había comenzado meses antes. En dicha consulta participó muy poca gente, a pesar de que hubo un dispendio en su promoción.
Por fortuna triunfó la razón. El miércoles 21 de octubre, por la noche, se anunció el cambio de sede para el proyecto. Por lo anterior, felicitamos al maestro Francisco Toledo, quien dio la batalla para que CCCO se construyera en un sitio más adecuado. Fue muy claro al decir siempre "sí al CCCO, pero no en el cerro del Fortín". Felicidades a la gente que vive y ama la verde Antequera; quienes, pese a las simulaciones, creyeron más en un hombre congruente que en un empresario hotelero.