Fotografía.- Marciano Valencia |
Gubidxa Guerrero
[Texto publicado en Enfoque Diario, el jueves 12/Jun/2014]
El centro de Juchitán se ve raro. Los comercios que se aglomeran en el Mercado 5 de Septiembre, en los locales de la primera planta del Palacio Municipal y en las calles aledañas se encuentran cerrados por un saneamiento general.
Periodistas, cineastas y escritores han alabado el corazón vibrante de Juchitán: su mercado. A él acuden a vender y a comprar personas de comunidades hermanas como Ixtaltepec, Xadani o Unión Hidalgo. También llegan mujeres de Santa María o San Mateo del Mar.
Todo se puede comprar en el primer cuadro de la ciudad, desde lo legal como un hermoso huipil o unos cómodos huaraches, hasta lo ilegal como una iguana viva o decenas de huevos de tortuga.
El colorido del mercado juchiteco es inigualable. Las mujeres vestidas a la usanza típica ofrecen sus productos a viva voz. Gritan el clásico “¡totopo güero!” y parecen reñir amigablemente por la clientela.
Pero no todo es belleza y tradición. Existe una cara del comercio local que avergüenza al zapoteca más orgulloso. Hablo de la suciedad que se deja ver por doquier. Algunas partes del mercado no pueden ocultar su olor fétido, consecuencia de los desechos que se vierten en plena vía pública.
Y es que existen miles de comerciantes en el centro. Tantos, que los lugares para recolectar basura no se dan abasto. He visto batallar a los camiones por las noches, tratando de llevarse toneladas de desechos cotidianos.
Sería fácil e injusto culpar sólo a los locatarios, ya que todos somos responsables; tanto clientes, como autoridades y vendedores. Nuestra ciudad no ha sabido implementar un modelo de recolección de basura eficaz. Tampoco ha sabido incentivar el uso de bolsas de mandados textiles, para evitar llenarnos de empaques de plástico.
A Juchitán suelen referirse como “fuchitán” por su proverbial contaminación. Por eso felicito a las autoridades municipales, encabezadas por Saúl Vicente Vázquez, por el esfuerzo de fumigar el mercado central, así como los locales de las calles aledañas. Felicito también a las distintas autoridades que directa o indirectamente están involucrados en el saneamiento, especialmente a la Directora de Mercados Teresa Vega Terán.
Debemos aplaudir esta medida. A muchos les ha resultado un poco incómoda. Pero como toda buena obra, merece su tiempo y su espacio. Que este sea el primer paso hacia una cultura ecológica más integral. Que en Juchitán y en todo el Istmo de Tehuantepec no sólo nos preocupemos por recolectar lo contaminado, sino por no contaminar más.