Gubidxa Guerrero
De repente una noticia acaba de acaparar los titulares de la prensa mundial: el turco Mehmet Ali Agca, declaró el miércoles a la televisión pública de su país, que El Vaticano estuvo detrás del atentado contra el Papa Juan Pablo II, hace más de 25 años.
Y como reguero de pólvora esta información le está dando la vuelta al planeta. “El Vaticano ordenó el asesinado del Papa”, dicen la mayoría de los encabezados. Y evidentemente los comentarios que esto ha desatado son muchísimos.
Lo preocupante es que, de la nada, este personaje que pasó casi 30 años en cárceles de Italia y de Turquía, goce de la atención de los principales medios informativos del mundo. Y, por como se ha manejado la nota, pareciera que se le otorgara una credibilidad a todas luces, ilusoria.
El hombre que disparó (e hirió) contra Juan Pablo II en la Plaza de San Pedro, de pronto “recordó” los móviles del atentado. Con el dedo acusador mencionó nombres; tristemente, todos ya fallecidos.
Lo que no han dicho los medios de prensa es que este viejo sicario, que en su momento confesó trabajar para el servicio secreto de Bulgaria, recientemente se autoproclamó Mesías (hijo de Dios); y que ha sido declarado mentalmente dañado por incontables psiquiatras.
Siempre he sido muy reacio a considerar “conjugaciones maquiavélicas” en ciertas notas amarillistas; pero no puedo dejar de mencionar que este asunto sí parece ser una terrible cortina de humo. ¿De qué nos querrán distraer los medios planetarios?
Es innegable que el actual Obispo de Roma ha sido uno de los más combatidos. Los artistas, los políticos, los medios, las leyes, todo parece ir en su contra. La pederastia, por ejemplo, desde siempre ha sido un problema vergonzoso; no obstante es desde que comenzó su pontificado que han arreciado las “denuncias” en la prensa, olvidando decir que fue precisamente el actual Papa [Benedicto XVI] quien más combatió éste y otros males al interior de la Iglesia Católica.
Sin duda, el Vaticano representa uno de los más grandes poderes sobre la Tierra. ¿Qué intereses estará afectando sin que nosotros lo sepamos? Quizá la reciente preocupación de Su Santidad por el Medio Oriente, y las críticas que ha expresado en cuanto a la política estadounidense e israelí, sean algunos de los motivos que estén detrás del nuevo ruido mediático. Esperemos las declaraciones.
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Texto publicado en Enfoque Diario el jueves 11/Nov/2010.