Gubidxa Guerrero
[Texto publicado en Enfoque Diario el miércoes 07/Ago/2013]
El caos en Juchitán se está volviendo proverbial. Pocas ciudades en el país deben padecer el avispero de vehículos circulando por estrechas calles.
Coches, taxis, urbanos, carretones, mototaxis… hay de todo en el asfalto de esta importante ciudad comercial.
Lo malo es que conforme pasan los años la cantidad aumenta, y hoy hablamos de una verdadera plaga de unidades circulando por calles y avenidas.
Aunado a lo anterior, la delincuencia se ha disparado a cifras alarmantes. Para muestra un botón. Pregunte entre sus familiares, vecinos y conocidos cuántos han sufrido un atraco en el último año. Se espantará. Compare con sus parientes o amigos que viven en otras ciudades. Verá que, por mucho, les ganamos.
Desgraciadamente Juchitán se ha convertido en una población insegura, porque todo se ha hecho en desorden. En la tierra del General Charis cada grupo pretende hacer de su voluntad ley.
Ante lo anterior, varios grupos de la sociedad civil se pronunciaron. En una carta dirigida al alcalde de Juchitán, Daniel Gurrión Matías, desean “recordarle respetuosamente dos cosas y solicitarle una. Recordarle que los ofrecimientos hechos en su campaña y durante su administración en materia de seguridad y orden vial, continúan pendientes”.
Profesionistas y Empresarios por el Istmo (Proempi), el Consejo Ciudadano Juchiteco y el Frente Amplio Juchiteco son las organizaciones que hacen el llamado, a manera de recordatorio, al munícipe juchiteo. En otra parte del documento le dicen que “su administración termina el 31 de diciembre del presente año y que hasta entonces tiene usted y su cabildo la obligación constitucional de velar por los intereses y las garantías de quienes habitamos en este municipio, por lo tanto pedimos a usted, que de manera urgente tome las medidas necesarias para restablecer el orden vial y la seguridad pública”.
El horizonte no pinta fácil. La actual administración concluirá sus funciones en poco menos de cinco meses, y la que viene es, paradójicamente, la misma que representa y dirige a los grupos que hoy están ocupando espacios céntricos para establecer bases de mototaxis al por mayor. En esta situación, ¿qué puede esperar la ciudadanía? Difícil escenario. Han terminado las campañas. Los lobos se quitan el disfraz de ovejas...