Fotografía tomada de Internet |
Gubidxa Guerrero
Mientras los principales actores políticos se empeñan en ganar la notoriedad que no tienen, la vida sigue su curso. Hay en el Estado de Oaxaca varios focos rojos, algunos de los cuales se encuentra en el Istmo de Tehuantepec: el problema limítrofe con Chiapas y los contratos con empresas eólicas.
Nadie puede negar que el conflicto por los aerogeneradores es uno de los principales. San Dionisio del Mar, la Col. Álvaro Obregón, y ahora el núcleo urbano de Juchitán están inmersos en sendas movilizaciones de oposición a la instalación de grandes torres generadoras de electricidad.
Solamente el referido municipio presenta dos importantes focos rojos que deben atenderse puntualmente antes de que desborden: me refiero a la manifestación que hacen vecinos de la zona sur, en el camino que conduce a Playa San Vicente, y el movimiento de los campesinos y pescadores de Guixhi ro’.
Apenas ayer se publicó en los principales diarios regionales el anuncio de que no habrá elecciones en San Dionisio del Mar ni en Álvaro Obregón. Por como van las cosas, es probable que tampoco se den condiciones en la Séptima Sección de Juchitán.
Mientras eso sucede, los principales actores políticos prefieren mirar hacia otro lado. Nadie ha dicho una palabra sobre el tema más relevante en la agenda estatal. Nadie parece comprometerse con una declaración de apoyo o de rechazo hacia las personas que se están movilizando en las poblaciones referidas.
Lo que está en juego es un proyecto multimillonario que involucra a políticos de todos los colores. Por ello sería pertinente que los precandidatos del PRI y del PAN-PRD dieran su opinión al respecto, ya que es importante que la ciudadanía conozca cuál va ser la alternativa que ofrecerán en caso de llegar a las alcaldías.
Las campañas electorales comenzarán oficialmente en pocas semanas. Las negociaciones y acuerdos están a todo lo que da. Sin embargo, los focos rojos que he mencionado pueden modificar sustancialmente el juego político, porque las manifestaciones podrían radicalizarse en semanas subsecuentes.
Más vale atender y resolver los conflictos presentes, de manera clara y directa, que ser sorprendidos en el futuro. Los pueblos están cansados de las maniobras de siempre, que buscan minimizar los problemas o simplemente posponerlos. No debe subestimarse el hastío de la gente. Soluciones es lo que quieren.