Nisa nació una tarde de primavera en donde una suave brisa sopla casi todo el tiempo, entre cerros que se divisan en el horizonte. Huilotepec se llama el poblado donde esta niña morena vio los primeros rayos del sol, en la planicie costera del Istmo de Tehuantepec.
La niña "agua’ era delgada, pero con mucha energía. Por alguna extraña razón la gente pensaba que era tímida, lo que no era cierto, pues Nisa poseía una seguridad inusitada. La pequeña era, en realidad, reflexiva. Le gustaba platicar, pero no podía dividirse entre quien parlotea y quien sueña. Por tanto, prefería nadar en la profundidad de la mente.
En Huilotepec se respira a espuma, puesto que a su espalda se encuentran dos mares: la Laguna Superior y la Mar del Sur, también llamado Océano Pacífico. Sus habitantes viven a ras del suelo. Es fácil suponer que la neblina es un fenómeno extraño, por no hablar de las nubes, que sólo se ven acercarse a las montañas de la lejanía.