Gubidxa Guerrero
[Texto publicado en Enfoque Diario, el lunes 16/Mar/2015]
Una de las periodistas más reconocidas de México es, sin duda, Carmen Aristegui, conductora de Primera Emisión de Noticias MVS. Su noticiario es sintonizado por millones de escuchas en todo el país, porque tiene un estilo directo pero respetuoso, porque toca temas polémicos sin perder la objetividad necesaria en los medios periodísticos.
Aristegui no ha estado exenta de polémica. En varias ocasiones ha dejado de ser la noticiera (la que da las noticias) para volverse la noticia en sí misma. Se dice que ello constituye una falta en el periodismo, porque el comunicador debe mantenerse con un perfil bajo, sin acaparar más atención que las noticias que brinda.
El programa radiofónico de Carmen Aristegui tiene un extra: cuenta con un equipo de investigaciones especiales, lo que le permite anunciar exclusivas, en lugar de repetir las notas que todos los medios comparten. Fue este equipo el que recientemente dio a conocer detalles de la famosa casa blanca de la actriz y Primera Dama Angélica Rivera en Las Lomas de Chapultepec, lo que desencadenó una ola de críticas al primer círculo del poder en México, que a su vez implicó la cancelación del proyecto del tren rápido México-Querétaro.
Aristegui es, para el gobierno federal, una piedra en el zapato, y con mucha audiencia. No obstante, se ha mantenido al aire, pese a aquel episodio en que preguntó públicamente por el supuesto alcoholismo de Felipe Calderón. Ello habla, nos guste o no, de respeto hacia la periodista y a su equipo.
Lo anterior parece estar quedando atrás. Hace pocos días inició una inusitada campaña en contra de la conductora. Aduciendo que Aristegui se sumó al proyecto de Méxicoleaks, sin consentimiento de la empresa en que trabaja, comprometiendo la marca MVS en un proyecto ajeno, los altos jerarcas de la empresa consideraron llegado el momento de exponer públicamente el "abuso de confianza" de la periodista y los suyos.
Se contrataron espacios en diarios, se grabaron cápsulas radiofónicas para desmarcar a MVS de Méxicoleaks y para quemar a Carmen. Sin embargo, lo anterior está consiguiendo el efecto contrario, pues una ola de solidaridad se ha levantado en redes sociales y medios de comunicación alternativos. Aristegui está quedando como una víctima del sistema, lo que perjudica nuevamente la imagen presidencial y ha actualizado otra vez el tema de la casa blanca, pues, para colmo, MVS Radio despidió a los dos reporteros que investigaron el caso y que se encontraban tras las pistas de una nueva mansión, esta vez del Secretario de Hacienda Luis Videgaray.
Es bastante probable que el gobierno no esté detrás de esta ofensiva contra Aristegui. Me inclino a pensar que los directivos y dueños de MVS iniciaron esta campaña más por lambisconería con el Presidente de la República y los miembros de su gabinete que por directrices de éstos.
Por las razones que fueren, es una torpeza y mezquindad que fortalecerá a Carmen y minará todavía más la credibilidad de MVS. Ironías de esta campaña de desprestigio...