Israel y la marihuana

Gubidxa Guerrero

Todo el presente sexenio nuestro país ha estado marcado por la lucha contra la delincuencia organizada; para ser más precisos, por el combate a los cárteles del narcotráfico. Es evidente el celo del Presidente Felipe Calderón Hinojosa para erradicar este fenómeno, con todo y que los ingresos por la venta de droga representan uno de los más importantes para nuestro país, junto con los derivados de la exportación de petróleo y las remesas de los mexicanos radicados en los Estados Unidos de América.

A pesar de la satanización de la producción y la venta de narcóticos, el negocio sigue y, guste o no, beneficia a las finanzas nacionales en términos macroeconómicos. Sin embargo, una de las razones que ha impulsado al Ejecutivo a tomar la determinación de luchar contra el narco, fue la de gozar de legitimidad internacional, especialmente de la potencia más poderosa del mundo: Estados Unidos.

Recordemos que después de la polémica elección de 2006 en la que Felipe Calderón se impuso a su contrincante, Andrés Manuel López Obrador, por menos de un punto porcentual, el Gobierno Federal decidió emprender una cruzada contra la delincuencia. El lema ‘Presidente del empleo’, se cambió en los hechos por el de ‘Presidente anti-narco’

Paradójicamente, el país que cuenta con más consumidores de drogas en el mundo, y por tanto es el responsable indirecto del tráfico de drogas a escala global, es también el que más armas suministra a la delincuencia organizada, y por tanto, el que la fortalece. El dinero y las armas fluyen desde la frontera norte hasta nuestro país; lo que impide que la ‘guerra contra el narco’ iniciada por Felipe Calderón pueda llegar a buen término. 

Y mientras México pone los muertos (superamos la cifra de los 50,000), y Estados Unidos las armas, hay especialistas que sospechan que detrás de todo el interés de Estados Unidos porque el Ejército acabe con las mafias, está el deseo de ese mismo país de quedarse con el negocio. Varios Estados de la Unión Americana han aprobado leyes que liberalizan el consumo de marihuana. Ya hay empresas exitosas que han comenzado con su producción “para fines médicos”.

Si a alguno quedaba dudas, ayer domingo el Gobierno de Israel aprobó las “instrucciones y supervisión necesarias para el suministro de cannabis [marihuana] para usos médicos y de investigación, en reconocimiento a que el uso médico del cannabis es necesario en algunos casos”, según informó la Oficina del Primer Ministro de aquél país de Oriente Medio.

El Estado de Israel es el principal aliado de Estados Unidos en aquélla zona tan turbulenta. Si ellos dijeron, además, que producirán e importarán la marihuana, ¿de dónde creen que la traerán? De México no, pues estamos sumergidos en una guerra absurda que sólo ha traído dolor y muerte. Las ganancias seguramente se las llevarán los productores norteamericanos…


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Texto publicado en Enfoque Diario el lunes 08/Ago/2011.