Gubidxa Guerrero
[Texto publicado en Enfoque Diario, el lunes 07/Jul/2014]
El 30 de junio un ciudadano juchiteco hizo un llamado a las autoridades y a la opinión pública. Desde su cuenta de Facebook, el reconocido compositor Gustavo López denunció la situación en que se encuentra. Envió copia al gobernador de Oaxaca y a los diputados locales y federales de su Distrito.
Los hechos que narra son, esencialmente, los siguientes:
El domingo 22 de junio le comunicaron que amaneció invadido un predio de su propiedad, de aproximadamente dos hectáreas, ubicado en la comunidad de Playa Vicente, Juchitán.
Al día siguiente se apersonó en el lugar para constatar los hechos. De manera respetuosa, pero firme, se dirigió a quienes se encontraban ilegalmente en la propiedad, para informarles que él es el legítimo propietario y los invitó a que dejaran de talar, porque en ese lugar hay cactus centenarios que durante años protegió. Les pidió que se retiraran. Ellos dijeron que obedecían órdenes de su líder, dirigente de uno de los tantos grupos de mototaxis que hay en Juchitán, pero de filiación priísta.
Gustavo López afirma: “Parte de ese predio estaba destinado para un desarrollo ecoturístico que atrajera beneficios para los pobladores de Playa Vicente y fuera una alternativa de esparcimiento y distracción para las familias juchitecas y de las poblaciones cercanas. Este proyecto lo veníamos madurando con los pobladores de Playa Vicente desde mediados del año 2013. Hace alrededor de dos meses le plantee la idea al presidente Saúl Vicente y coincidió con nosotros en la nobleza del proyecto: Yo donaría una hectárea, el ayuntamiento juchiteco gestionaría los recursos para llevar a cabo dicho proyecto y la comunidad de Playa Vicente administraría. El siguiente paso era elaborar a detalle el proyecto, formalizar la donación ante el cabildo juchiteco y buscar el mejor canal para la obtención de recursos económicos. En eso estábamos cuando se dio la invasión”.
El martes 24 el dueño de la propiedad tuvo una junta con los pobladores de Playa Vicente, ya que ellos le expresaron su preocupación de que los hubiera engañado y hubiese vendido, a espaldas de ellos, el terreno prometido, con lo cual se veían esfumados los esfuerzos por hacer algo de provecho para la comunidad. El señor López les dijo que no era así y que esas personas estaban allí sin su consentimiento. Ante esto le pidieron hacer pública la donación, lo cual hizo el día jueves 26, ante periodistas de diversos medios, en una asamblea con la comunidad de Playa Vicente.
Aunque en Playa Vicente existen dos corrientes políticas contrarias, éstas decidieron dejar de lado sus diferencias y unirse por un propósito de bienestar y beneficio común para ellos y sus familias. El mismo día 26, en un afán de sensibilizar a los invasores, una comisión de la comunidad y el propietario, se presentó en forma pacífica a explicarles los planes de desarrollo y los beneficios que para la sociedad juchiteca significaría tener un lugar de esparcimiento al alcance de la mano y de sus bolsillos. Sin embargo, respondieron en forma agresiva. Para evitar confrontaciones se retiraron. Todo esto también con presencia de periodistas.
Finalmente el día 30 de junio los pobladores de Playa Vicente desalojaron a los invasores y tomaron posesión del terreno que les fue donado, pues ellos quieren seguir con el proyecto comunitario de ecoturismo. Fue ante esta circunstancia, y con el fin de evitar confrontaciones, así como una escalada de violencia, que Gustavo López lanzó el llamado a las diferentes autoridades de gobierno para su intervención, y para que, en lugar de las amenazas y el terror, promuevan, mediante el diálogo y la negociación, una solución pacífica en beneficio de la paz social y el progreso de Playa Vicente y el municipio juchiteco.
¿En manos de quién está la solución de este problema? Del gobernador, de los diputados y diputadas y del presidente municipal. Ellos que prometieron cuando eran candidatos mejorar las condiciones de gobernabilidad en el municipio, los distritos y el Estado. Estamos seguros que uniendo esfuerzos y voluntades podrán llegar a una solución pacífica de este conflicto que sólo enturbia más el de por sí enrarecido clima social de Juchitán.