Gubidxa Guerrero
Todo el presente sexenio nuestro país ha estado marcado por la lucha contra la delincuencia organizada; para ser más precisos, por el combate a los cárteles del narcotráfico. Es evidente el celo del Presidente Felipe Calderón Hinojosa para erradicar este fenómeno, con todo y que los ingresos por la venta de droga representan uno de los más importantes para nuestro país, junto con los derivados de la exportación de petróleo y las remesas de los mexicanos radicados en los Estados Unidos de América.
A pesar de la satanización de la producción y la venta de narcóticos, el negocio sigue y, guste o no, beneficia a las finanzas nacionales en términos macroeconómicos. Sin embargo, una de las razones que ha impulsado al Ejecutivo a tomar la determinación de luchar contra el narco, fue la de gozar de legitimidad internacional, especialmente de la potencia más poderosa del mundo: Estados Unidos.