Pretextos y problemas en el mundo musulmán

Gubidxa Guerrero

Un nuevo capítulo de violencia está escribiéndose en varios países de religión islámica. Atentados suicidas, manifestaciones callejeras, tomas de embajadas y ataques contra convoyes militares extranjeros es parte del saldo. La causa aparente es la difusión de un extracto de la película ‘La inocencia de los musulmanes’ (‘Innocence of Muslims’) del productor Nakoula Basseley (quien se presentaba como Sam Bacile), grabada en Estados Unidos de América.

En entrevista que el productor dio al ‘Wall Street Journal’ mencionó que la cinta se financió con donaciones de acaudalados judíos como parte de “un esfuerzo político para hacer notar la hipocresía del islam”, religión que fundara el profeta Mahoma. Lo cierto es que hasta el Gobierno estadounidense ha reconocido el tufo provocador de la película, condenando en términos relativamente fuertes el ánimo que la motiva. Inclusive el elenco de actores ha declarado públicamente que fue engañado para realizar el filme, manipulándose en la postproducción.

Sin embargo, para mil millones de personas en el orbe ‘La inocencia de los musulmanes’ es una más de las distorsiones promovidas desde las potencias mundiales contra el islam. Pero más allá de condenas o apologías, surge la pregunta de a qué intereses obedece la filmación, pero sobre todo a quién beneficia su difusión parcial. Es evidente que existen motivos en el bando israelí para provocar no sólo a los árabes, sino a las personas de otros grupos étnicos que profesan la religión islámica (como los persas). Pero al parecer hay grupos islámicos que están utilizando a su manera el filme. ¿Con qué objeto?