El Istmo de Tehuantepec se caracteriza por la bravura de sus hombres, la festividad de sus habitantes y la belleza inigualable de sus mujeres, quienes son mundialmente famosas, inmortalizadas con el traje bordado de flores y sus adornos de oro.
¿Quién no se sorprende al ver los collares engarzados con monedas doradas? ¿O con los brazaletes, anillos y aretes? Todo elaborado con este precioso metal.
Aunque los adornos originales se usan cada vez menos, la gente guarda en sus baúles o roperos estas finísimas piezas de orfebrería. La mayoría de las familias zapotecas o istmeñas tienen cuando menos una prenda de oro para lucir en alguna ocasión especial o para afrontar un apuro, debido a que el oro es tanto un adorno característico de las mujeres en nuestra región, como una manera usual de ahorro. Y aquí viene la parte esencial de mi comentario: alertar sobre el saqueo que algunas casas de empeño hacen con el oro istmeño.