Ilustración.- Francisco Toledo |
Gubidxa Guerrero
‘Iguana rajada’. Eso significa la expresión que titula esta nota. Así es como se denomina en lengua zapoteca a las iguanas con una cicatriz en el vientre. Guchachi’ reza es como los viejos cazadores denominaban (o todavía lo siguen haciendo) a la sustentabilidad.
En años recientes el mundo parece estar tomando consciencia de la necesidad de preservar el medio ambiente. No por el mero hecho de albergar buenos deseos en los corazones, sino como una medida para proteger la propia especie, ya que si destruimos el entorno, nos condenamos a la desaparición. Lo anterior lo sabían los zapotecas antiguos. Por ello actuaban mediante ciertos principios que mantenían un equilibrio con la naturaleza.
La cacería es una ocupación asociada a la depredación. Un cazador captura a sus presas, generalmente para aprovecharse de ella. Uno de los objetivos de la caza es capturar al mayor número de ejemplares. Sin embargo, los iguaneros de antaño tenían una práctica que ayudó durante generaciones a que siempre tuviéramos carne fresca.