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Opinión: Violencia desmedida

Carlos Sánchez, Beedxe', fue salvajemente golpeado

Por Gubidxa Guerrero

El viernes anterior se vivieron hechos de violencia en la ciudad de Juchitán. Diferentes grupos de mototaxistas protagonizaron un enfrentamiento en la Octava Sección, Cheguigo, que pudo terminar en tragedia. El saldo fue de un herido de bala, varios golpeados y cuantiosos daños materiales. 
     Estamos en un año electoral. A siete meses de los comicios municipales en la tierra del General Charis, los líderes políticos afilan navajas para la contienda. El dinero, las colonias “populares” y los grupos de mototaxistas serán factores cruciales en la batalla final. Los acuerdos cupulares no se descartan, y desde hace meses se dan intensas negociaciones.
     En este contexto se enmarca el enfrentamiento del pasado 11 de enero. No es casualidad que una de las víctimas fuera Héctor Matus, connotado dirigente priísta, exalcalde de Juchitán, quien recientemente fue detenido por las autoridades veracruzanas (acto, al parecer, de represalia por sus declaraciones políticas).
     Es necesario destacar y denunciar la golpiza que se propinó al joven Carlos Sánchez, mejor conocido como Beedxe', por gente cercana a ciertos líderes de la COCEI. Según algunas versiones, dicha tunda es consecuencia de las gestiones que Beedxe’ ha venido realizando a favor de un grupo de mototaxistas independientes.
     Lo peor de la política está aflorando. Quienes hace poco más de un año comenzaron a circular por las calles de Juchitán de manera ilegal, hoy alzan la voz para exigir que no haya más pequeños vehículos haciéndoles competencia.  ¿Con qué autoridad moral? 
     En el fondo, lo que está preocupando a quienes promovieron el enfrentamiento del viernes anterior, es el temor de perder representatividad ante un elevado número de personas. Las consignas parecen ser: que no haya más dirigentes en el escenario político, que no haya grupos independientes de militantes, que no haya más  poder en las zonas humildes que el de los políticos de oficio. 
     La caldera del descontento social está sometida a una gran presión. Hacemos un llamado a las partes esperando que se conduzcan con responsabilidad y madurez para que esta escalada de confrontación no acabe mal…