Gubidxa Guerrero
El Imperio Romano dominó la mayor parte del mundo conocido. La estructura político-administrativa que construyó fue asombrosa. Uno de los elementos que permitió el avasallamiento del orbe, fue la relativa independencia que gozaban sus provincias imperiales. El mando general estaba en la ciudad eterna: Roma, desde donde salían los dictados para los diferentes representantes del Estado en el resto del mundo.
Tal como una ciudad-Estado terminó conformando un imperio poderosísimo, hoy en día existe un país cuya forma aparentemente es democrática, pero cuyo fondo revela su naturaleza imperialista verdadera: Estados Unidos de América.