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Justicia al revés

Gubidxa Guerrero

Si en México nos quejamos de la impartición de justicia, imagínense cómo deben sentirse los españoles con el fallo del Tribunal Supremo que acaba de inhabilitar al juez Baltasar Garzón por 11 años; según esto, por haber ordenado escuchas ilegales durante una investigación en una prisión ibérica.

Independientemente de que con su orden hubiese descubierto gravísimos casos de corrupción, violó la ley al restringir el derecho de defensa de los agraviados, lo que acaba de costarle la carrera como magistrado. Sin embargo, predomina una versión que afirma que Garzón fue perseguido y derrotado por su peculiar rigidez, y por su deseo de confrontar el terrible pasado nacional.

Este juez saltó a los escenarios mundiales cuando, mediante su conducto, fue detenido el ex dictador chileno Augusto Pinochet en Inglaterra. Eso lo catapultó con una imagen de implacable e incorruptible, lo que terminó por enfrentarlo con los poderes fácticos españoles, o como diría coloquialmente cualquier persona, con 'el sistema'.

Recientemente Baltasar Garzón decidió investigar las masacres del franquismo perpetradas durante la Guerra Civil española en la década de los treinta. Esto encendió un acalorado debate en la Península Ibérica, debido a que desde 1977 existe una Ley de Amnistía que impide que los delitos cometidos durante este período sean indagados. Sin embargo, Garzón argumentó que, igual que en el caso del mandatario chileno, los crímenes de lesa humanidad no prescriben.

Pese al discurso democrático que impera desde el poder español, es un hecho que conviven disimuladamente los remanentes del franquismo junto con las nuevas generaciones de tendencias más democráticas. Lo que ha permitido esta convivencia es el "olvido" que todos parecen haber hecho de aquella funesta época. Por ello, la actitud del juez preocupó a varios altas jerarcas del poder peninsular que se vieron amenazados.

Por otra parte, los familiares de las víctimas de la dictadura chilena, que están profundamente agradecidos con Garzón por haber encerrado 500 días al anciano dictador, se sienten sumamente defraudados por la resolución del Tribunal Supremo. Lo mismo sucede con los descendientes de las víctimas del franquismo: adultos mayores que todavía buscan los cuerpos de sus padres ejecutados sumariamente por la Falange Española que estaba apoyada por los nazis alemanes y los fascistas italianos.

No deja de resultar irónico que una de las personas que ha defendido con más ahínco el sistema de justicia y el sistema político construido bajo la democracia, caiga víctima de ese mismo régimen. Baste recordar que hace 10 años, el Sub-Comandante Insurgente Marcos y el mencionado juez sostuvieron un agrio intercambio de cartas. Finalizo esta columna con un extracto de las mismas, escrito por Baltasar Garzón:

"No, señor Marcos, en España no se ilegalizan ideas, no se persigue a nadie por lo que piensa, cree o discrepa. Parece como si a usted y a otros como usted, que construyen su discurso sobre el franquismo trasnochado y repudiado, les fastidiara que esta etapa se haya superado en España, que exista libertad, control de poder y Estado de Derecho, y en España se persigue el terrorismo con arreglo a la ley, desde la ley, y con todas las garantías y controles que el ordenamiento jurídico establece".


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Texto publicado en NOTICIAS, Voz e Imagen de Oaxaca el martes 14/Feb/2012.