Páginas

La fotógrafa que juguetea con las sombras

Gubidxa Guerrero

[Texto publicado en Enfoque Diario, el sábado 05/Jul/2014]

Acostumbrados, como estamos, a mirar sin observar, dejamos pasar escenas cotidianas maravillosas. No hablo de la conjunción perfecta de paisaje, objeto y/o persona, que para una maestra de la fotografía puede ser innecesaria, sino del momento exacto en que una ráfaga de luz se presenta de improviso. 

Desde pequeños nos intiman a ver el mundo de manera prescrita. Nos hacen creer que allí donde logremos identificar lo que se encuentra frente a nuestros ojos, estaremos en lo correcto. Ver bien, nos dicen, es saber con exactitud lo que nos circunda. Y así nos despojan del don de mirar a contraluz. 

Por eso, cuando uno es niño, mira figuras increíbles en penumbra. El pequeño re-crea el mundo; ve más allá de donde llegan sus ojos, porque cuenta con una imaginación singular que los adultos se empeñan en erradicar. Una habilidad de leer la combinación de sombras y luminosidad. 

Claudia Daowz cuenta con la rara destreza predominante en los niños. Ella sabe ―porque así nos lo advierten sus fotografías― lo que se esconde detrás de un instante resplandeciente o de la aparente opacidad de cierta escena. Claudia juguetea con las sombras que simulan esconder detalles al espectador.  No las suprime, porque las ha convertido en sus aliadas.

Las culturas orientales, y algunos otros pueblos del mundo, conciben el universo dual. Para que haya belleza debe existir un equilibrio entre contrarios. La artista consiguió armonizar los instantes de luz que nos convocan.

Hace varias semanas escribí acerca de la fotografía istmeña. Me aventuré a decir que quizá estemos viendo el surgimiento de una escuela o estilo de los artistas de la lente oriundos de nuestra región. Mencioné como una influencia imprescindible a la maestra Claudia Daowz, originaria del puerto de Salina Cruz.

Todavía estamos a tiempo de apreciar su exposición fotográfica Instantes de Luz en el Centro Cultural Herón Ríos, que se encuentra en la Calle Yuxiguiee 36, Col. Rodrigo Carrasco, Cheguigo, en la ciudad de Juchitán. Son diez grandes fotografías en las que veremos ráfagas de emotividad en tres etapas, que van de la penumbra luminosa al resplandor nebuloso. La entrada es gratuita. El horario de servicio es de lunes a sábado de 9 de la mañana a 7 de la tarde. Últimos días.