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¿Qué tiene de malo? O apología de El Komander




Por Gubidxa Guerrero

La música tiene algo de religión, algo de política y algo de deportivo: cada cuál con sus gustos. Por más que "argumentemos" pa' ensalzar nuestras preferencias o criticar las del vecino, éste siempre tendrá la última palabra.

Imponer una ideología es como querer imponer una religión. Por la fuerza, se podrá, pero nomás de encimita. En el tuétano de las personas se queda bien grabado lo que más le agrada. Así es el ser humano. 

Con los géneros musicales sucede lo mismo. Al corrido siempre se le ha hecho el feo. El procedimiento es el mismo: primero se le intenta satanizar, luego prohibir, después ignorar. Se pasa del ataque frontal a la burla abierta.

Podemos llamarle narcocorrido al corrido que trata temas del narcotráfico. Pero eso de endilgarle un nombre es aventurado. Tons también deben haber campesinocorridos, obrerocorridos, guerrillerocorridos, revolucioncorridos. El corrido es lo que es. 

Que si "enaltece a los narcos", que si "promueve el reclutamiento", que si "convierte a los jóvenes en sicarios". Mitos. Tenemos cuatro generaciones escuchando La Adelita, Carabina 30-30, así como un amplísimo repertorio de música de la Revolución, y no vemos gente con sus cananas combatiendo al mal gobierno.

No defiendo a quienes gustan de la música de El Komander ―por poner un ejemplo― ni a quienes oyen letras que hablan de enfrentamientos con el ejército, fugas o combates con bandas rivales. Ni falta hace. Pero, aunque me critiquen mis amigos "educados", considero que aquéllos y nosotros tenemos todo el derecho de escuchar lo que nos plazca. Para bien y para mal. O qué, ¿aquí no aplica la frase de Voltaire?


PD:  No la primera vez que comparto algo de este fulano. En 2012 compartí: Me retiro (por lo del fin de sexenio) y La vuelta cargada. Por si las quieren escuchar.