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Las reformas estructurales


Gubidxa Guerrero 

[Texto publicado en Enfoque Diario, el viernes 13/Dic/2013] 

Hoy millones de personas hablan de la Reforma Energética, como ayer hablaron de la Reforma Educativa o de la Hacendaria: sin conocimiento de causa, desde el sentimiento y repitiendo lo que escuchan de ciertas voces referentes, como académicos, periodistas o ―mucho peor― políticos. Son pocos los que están medianamente enterados de lo que se discute y aprueba en el Congreso de este país.

Los que no están pendientes de la final del fútbol mexicano, o se encuentran ensimismados en sus proyectos personales, están iniciando, felices, el ‘maratón Guadalupe-Reyes’, que permitirá que olvidemos por casi un mes el caos en el que vivimos como sociedad.

Se dice que cada pueblo tiene el gobierno que se merece. No comparto del todo esa opinión. Todavía confío en que logremos ir articulando un movimiento ciudadano capaz de anteponerse a los poderes fácticos, poco a poco, paso a paso.

Confío en que cada vez más personas veamos la educación (y con eso no me refiero únicamente a la asistencia a la escuela) como el principal medio para despertar conciencias y poner los cimientos de una futura transformación social.

Un pueblo educado es difícilmente manipulable por políticos de todos los partidos. Un pueblo consciente escucha, analiza y propone. No repite como autómata lo que le dice la televisión o el líder en turno ni dice ‘no’ a todo lo que plantea el partido con el que no simpatiza. 

Un pueblo educado puede salir avante con el sistema político o económico que escoja, porque no tiene la corrupción como bandera y no trata de evadir su responsabilidad social. Un pueblo ignorante siempre será un país pobre y dividido, porque sus líderes saldrán de su seno, y en caso de tener un modelo positivo lo echarán abajo. En cambio, una nación consciente podrá modificar, para su beneficio, un sistema inadecuado.  

Sobran causas pero faltan líderes íntegros. El problema con nuestro país son los políticos, que lo han envilecido todo. La incredulidad del mexicano es infinita. Por ello, aunque todos estén en desacuerdo con X o Y Reforma, ésta pasará. Pocos están dispuestos a formar el coro de un político. La demagogia se revirtió, y hoy todos pagamos las consecuencias: nadie es de fiar. Detrás de cada discurso patriota vemos el mismo ánimo de manipular. Detrás de los partidos que hoy se rasgan las vestiduras vemos la misma corrupción y cinismo que en los partidos tradicionalmente entreguistas. Pobre de mi país; pobre de mí, de ti, de todos...

Caso Salina Cruz: el PRI preocupado

Mariano Vicente podría recuperar la victoria
Gubidxa Guerrero 

[Texto publicado en Enfoque Diario, el jueves 12/Dic/2013] 

La elección en Juchitán está casi definida con la confirmación del triunfo de Saúl Vicente Vázquez en la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), con sede en Xalapa, Veracruz. Y digo ‘casi’, porque únicamente falta que la Sala Superior, con sede en la Ciudad de México, deseche o admita el recurso del equipo de Héctor Matus Martínez, lo que permitiría prolongar o concretar, de una vez por todas, el asunto. 

Sin embargo, hay un tema que interesa a todos los istmeños, como es el caso de Salina Cruz. Como recordarán los lectores, la elección de julio arrojó un resultado sorpresivo y favorable al candidato del Partido Nueva Alianza (Panal) Mariano Vicente. Más sorpresiva todavía fue la resolución del Tribunal Estatal Electoral de anular una serie de casillas, lo que permitió la disminución de sufragios, suficientes para revertir la victoria. 

Ante buena parte de la opinión pública el PRI “robó” la elección a los porteños. No obstante, el equipo del médico Mariano Vicente acudió a una instancia superior, como es la Sala Regional, con sede en Xalapa, misma que ya resolvió diferendos en varios municipios del Estado de Oaxaca, pero que ha dejado en el limbo jurídico el caso de Salina Cruz.

Es peligrosa la incertidumbre que decenas de miles de personas están teniendo; ya que si bien la impugnación del PRI en el Tribunal Estatal fue favorable a su candidata Rosa Nidia Villalobos, es bastante probable que la Sala Regional desconozca el fallo anterior, lo que “devolvería” la victoria a Mariano Vicente.

Estando así las cosas, nadie puede asegurar quién tomará posesión de la presidencia municipal de Salina Cruz el próximo primero de enero. Obviamente los priístas afirmarán con seguridad que Rosa Nidia será la alcaldesa; igual que los simpatizantes del doctor Mariano, dirán con respecto su abanderado. 

A diferencia del caso de Juchitán, en que la situación está casi definida a favor del candidato del PRD-PAN-PT, en Salina Cruz me atrevo a decir que hay un virtual empate, si no es que los pronósticos son favorables al “médico de los pobres”.

Pese al aire triunfalista (porque legalmente, por ahora, Rosa Nidia es la ganadora), los priístas del puerto están muy preocupados. Saben que no tienen segura la victoria.  

Es una lástima que los electores tengamos que esperar tanto para saber quiénes irán a regir los destinos de las dos ciudades más importantes del Istmo. 

Héctor Matus rumbo a la Sala Superior

Luego de conocerse el fallo de la Sala Regional de Xalapa,
Héctor Matus declaró que acudirá a la Sala Superior
Gubidxa Guerrero 

[Texto publicado en Enfoque Diario, el miércoles 11/Dic/2013] 

Como se esperaba, la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), con sede en Xalapa, Ver., confirmó los resultados del mes de julio en Juchitán. Por tanto, según esta instancia, Saúl Vicente Vázquez continúa siendo el presidente municipal electo de esta ciudad zapoteca, tal como supimos el día de los comicios y como confirmó el Tribunal Estatal Electoral del Poder Judicial de Oaxaca (TEEPJO) hace varias semanas.

Pero con lo anterior todavía no se cierra el asunto, pues falta saber qué decide la Sala Superior, con sede en el Distrito Federal. Héctor Matus Martínez, ex abanderado del PRI-PVEM a la alcaldía juchiteca anunció que acudirá a esta última instancia a la que tiene derecho. Expresó textualmente lo siguiente: “Como ya lo habíamos dicho, independientemente del resultado, el siguiente paso es a la Sala Superior. […] Esperemos que a finales de diciembre nos den el resultado final”.

Seguramente el lector se preguntará si es existe la posibilidad de que otra instancia retome el caso y emita un nuevo fallo. Sí es posible, aunque muy poco probable. Pese a lo que algunas personas han afirmado, en el sentido de que la confirmación de Xalapa es definitiva e inapelable, “la Ley prevé el recurso de reconsideración para impugnar las resoluciones emitidas por las Salas Regionales”, de lo cual existen varias causales. Es decir, es legalmente posible llevar el caso a una última instancia, para lo cual será necesario que los asesores de Héctor Matus preparen un documento impecable. 

El periodista Armando López Gómez, una de las personas que más conoce del tema, compartió en mi cuenta de Facebook dos ejemplos de casos que, habiendo pasado por la Sala de Xalapa, fueron admitidos por la Sala Superior en la capital del país: la elección en Tepezintla, Ver. (cuya sentencia fue revocada), y el caso de unas diputadas oaxaqueñas (cuyo fallo fue confirmado). Ello permite saber que es posible el anuncio de Héctor Matus, aunque como ya dijimos, es muy poco probable.

Por tanto, toca esperar unos días para saber si la Sala Superior admitirá el caso de Juchitán. En caso negativo, el asunto estará terminado y la victoria de Saúl Vicente confirmadísima. Pero si la Sala Superior diera entrada al recurso, tendríamos que seguir esperando una nueva sentencia. 

No falta mucho tiempo para saber cómo terminará este asunto, que compete a una de las ciudades más importantes del Estado de Oaxaca. Aunque los pronósticos están 100 a 1, en cuestión de leyes siempre puede haber sorpresas… 

El nuevo frente: Matías Romero

Fotografía tomada del Muro de Facebook de José Rafael López Cabrera
Gubidxa Guerrero 

[Texto publicado en Enfoque Diario, el martes 10/Dic/2013] 

“Ayer lunes, el municipio de Matías Romero estuvo a punto de sufrir una tragedia”. Así comenzaba mi columna, pues la estaba redactando antes de saber que Urbano Rodríguez Onobom, de 41 años de edad, perdió la vida en el enfrentamiento entre taxistas y mototaxistas en las inmediaciones de una escuela, en la colonia Pueblo Nuevo.

El trasfondo es el mismo que convirtió a Juchitán en un pueblote: los mototaxis. Los intereses muy similares: el de unos cuantos líderes que pretenden aprovecharse de la buena fe de la gente.
Ante la injustificable omisión de las autoridades estatales, los ciudadanos vieron cómo se incendiaban varios vehículos, se arrojaban piedras, se realizaban disparos y se blandían machetes. Y es que el mototaxi, como modalidad de transporte público, está llegando a la ciudad ferrocarrilera cuyos concesionarios de taxis se encuentran alertas ante un posible crecimiento desproporcionado, como sucedió en otras poblaciones istmeñas.

¿Recuerdan cuando los líderes mototaxistas juchitecos afirmaban que sólo se daría el servicio en la periferia? ¿Se acuerdan de cómo buena parte de la población los apoyó sabiendo que cubrirían una necesidad de transporte? Y así como aquéllos recibieron el respaldo ciudadano, traicionaron a las mayorías rompiendo toda clase de acuerdos y cayendo en las mismas prácticas que los ruleteros. Lo mismo sucedió en Asunción Ixtaltepec y Ciudad Ixtepec, donde se presentaron conatos de violencia, que fueron oportunamente remediados en sendas negociaciones.

Ahora parece repetirse la historia en Matías Romero. En dicha población, donde confluyen zapotecas, mixes y zoques, desde hace algunos meses los concesionarios de taxis se encuentran alertas pues no quieren que se les tome desprevenidos. Algunos líderes mototaxistas, sin embargo, han ido penetrando sigilosamente en las poblaciones aledañas para poder ingresar de lleno al núcleo urbano.

Entre dimes y diretes la situación se había mantenido bajo control, hasta ayer… Todavía no se sabe a ciencia cierta qué detonó el enfrentamiento. Pero lo que haya sucedido no es más que la pantalla detrás de la que se encuentra un problema de fondo: el jugoso negocio que los mototaxis representan para algunos dirigentes sin escrúpulos y, sí, también para el gobierno estatal; pues para nadie es un secreto que algunos funcionarios que trabajan con Gabino Cué están “relacionados” con ciertos líderes y empresarios dedicados al negocio. A ello se suele atribuir la indolencia con que reaccionan las corporaciones policíacas estatales.

Pero la gravedad de lo acontecido ayer en Matías Romero obligará a que las autoridades cumplan con su obligación, ya sea regulando el transporte o impidiendo, de plano, el ingreso de cientos de mototaxis. 

Ojalá la concordia reine en esa ciudad hermana. Una vida no vale los negocios ni la arbitrariedad de unos pocos... 

¿Victoria contundente?

Los líderes de la COCEI están nerviosos
Gubidxa Guerrero 

[Texto publicado en Enfoque Diario, el lunes 9/Dic/2013] 

En julio se llevaron a cabo las elecciones municipales en Juchitán, así como en todo el Estado de Oaxaca y otras regiones del país. Los pronósticos se cumplieron con la victoria de Saúl Vicente Vázquez, abanderado de todos los grupos que se autodenominan COCEI, en contra de Héctor Matus Martínez, candidato del PRI y de un inexistente Partido Verde.

El triunfo, que parecía anticipado, se complicó en campaña porque el aspirante de la “izquierda” juchiteca no levantaba. Mientras tanto, Matus Martínez, que arrancó desde el suelo, fue sumando poco a poco adhesiones. De haberse prolongado un poco más los tiempos electorales, tal vez el resultado habría sido otro. De haberse adelantado, quizás no se hubiesen perpetrado las torpezas que se cometieron.

Si hoy existe incertidumbre acerca del futuro de Juchitán, se debe principalmente a la forma en cómo se dieron las elecciones; ya que cuando algunos líderes de la llamada COCEI vieron que su candidato tenía posibilidades reales de perder, hicieron todo lo posible por asegurarse el triunfo, dejando rastros en el camino de las irregularidades en campaña. Hubo de todo, desde el clásico acarreo, hasta compra de credenciales de elector y entrega de despensas al por mayor. Es preciso mencionar que los señalamientos de la ciudadanía fueron en contra de los dos principales contendientes.

Sin embargo, la genuina preocupación orilló a realizar una maniobra burda en Álvaro Obregón, agencia municipal de Juchitán, donde un sector de sus habitantes había anunciado que no permitiría la instalación de casillas, y en donde la misma autoridad electoral había declarado que no existían condiciones para ello.

No obstante, los comicios se llevaron a cabo en dicho lugar con una “aplastante” victoria de Saúl Vicente, misma  que despertó muchas dudas; tantas, que el Tribunal Estatal Electoral tuvo que anular las casillas de la población, restando más de 1,200 votos al abanderado del PRD-PT-PAN, y sembrando las dudas legítimas de si toda la elección había estado plagada de parecidas irregularidades.

Ayer marcharon las distintas corrientes de la COCEI ratificando la victoria de su candidato que, afirman, es irreversible. Pero, si estuvieran tan seguros, ¿por qué ocupar anticipadamente el Palacio Municipal previendo una toma de los simpatizantes de Héctor Matus, cuando él mismo ha declarado que no le interesa el edificio? ¿Por qué insistir en la “contundente” victoria si la Sala Regional, con sede en Xalapa, todavía no se pronuncia? ¿Por qué marchar para “ratificar” el triunfo si no hay riesgo de que los resultados cambien?

Con las acciones y declaraciones de los últimos días, los jefes de la COCEI sólo demuestran su nerviosismo, lo que repercute entre la militancia leal, que también comienza a preocuparse. 

Mejor es que todos esperen el fallo del Tribunal para saber en qué terminará el asunto y quién despachará, con todas las de la ley, en el corazón de Juchitán. Tan sencillo como tener paciencia.  

¿El Istmo separatista?

División política de México en 1853-1857
Gubidxa Guerrero

[Texto publicado en Enfoque Diario, el sábado 7 y domingo 8/Dic/2013] 
Estando lejos de nuestra tierra es bastante común que cuando preguntan sobre nuestro lugar de origen, los paisanos respondan “soy del Istmo”, en lugar de decir “vengo de Oaxaca”; o que digan “soy istmeño”, o “soy zapoteca”, o “soy ixtepecano”, juchiteco, tehuano, samblaseño, en lugar de decir “soy oaxaqueño”. Y es que nuestras identidades regionales y étnicas siguen teniendo una fuerza que muchas veces supera a la identidad estatal.  

¿Por qué se da este fenómeno? ¿De dónde proviene este orgullo regional que hace que marquemos nuestras diferencias con el resto de la Entidad, o que nos reconozcamos más como istmeños o zapotecas que como oaxaqueños?

En los ancianos es más notoria esta actitud; pues ellos heredaron la desconfianza hacia las autoridades centrales. Son hijos o nietos de quienes combatieron en las diferentes guerras por la autonomía política regional. Descienden de los soldados por la independencia del Istmo. 

José F. Gómez
Hay muchas historias que no han sido contadas y que faltan por escribirse. En los libros de texto sólo aparecen aquellos capítulos acordes a un discurso oficialista, que intenta presentar el pasado como una serie de grandes acontecimientos en que sólo los personajes de bronce fueron determinantes. La historia oficial omite referir los procesos sociales que considera riesgosos para mantener la armonía o cohesión, como es el caso de los intentos separatistas.

La Nación Zapoteca tiene una gran historia, y dentro de sí existen diversas historias menores, una de las cuales corresponde a la que han escrito sus hijos en el Istmo de Tehuantepec. Esta región ha vivido un proceso peculiar marcado por reiterados intentos por dotarla de autonomía política. No es casual, pues, que el istmeño o el zapoteca del Istmo posea un carácter tan peculiar. 

Desde la época prehispánica esta región constituyó un reino independiente con cabecera en Tehuantepec; dicho reino sostuvo una guerra prolongada con la Triple Alianza (Tenochtitlan, Texcoco y Tlacopan) y se supo ganar el respeto de los pueblos de entonces. En la época colonial la zona integró la Alcaldía Mayor de Tehuantepec. 

Durante el México independiente, el Istmo ha tenido vida autónoma en tres ocasiones, 1823, 1853 y 1865, y existen registros documentales de al menos trece intentos por independizarlo, la mayoría de los cuales ha venido acompañado de alguna rebelión armada. 

De las tres ocasiones en que el Istmo fue legalmente autónomo, la primera duró aproximadamente tres meses, de octubre de 1823 a febrero de 1824. La segunda de mayo de 1853 a febrero de 1857, al entrar en vigor la Constitución liberal de ese año. Y la tercera durante el Imperio de Máximiliano de Habsburgo, de 1865 a 1867, en que su gobierno sucumbió.

Adolfo C. Gurrión
El primer intento de los zapotecas por adquirir plena autonomía fue en 1847, cuando el Estado de Oaxaca estaba gobernado por los polkos (conservadores). En febrero de ese año varios pueblos del Istmo desconocieron al gobierno central y mantuvieron la región independiente de facto (de hecho) con respeto de Oaxaca. Los personajes centrales de este período fueron José Gregorio Meléndez (Che Gorio Melendre), quien fungió como Gobernador, y Cristóbal Salinas; juchiteco y tehuano respectivamente. Pero una vez que ‘los polkos’ perdieron el dominio en la Entidad, los líderes zapotecas decidieron reincorporarse.

El segundo intento quedó plasmado en el plan del 10 de enero de 1851, firmado por Meléndez, que tiene como antecedente inmediato la rebelión que él comenzara el 14 de abril de 1850 en el pueblo de Juchitán. En esta ocasión la guerra duró varios años y finalizó con la toma de la ciudad de Oaxaca en febrero de 1853. Como parte de las negociaciones con el Presidente de la República, el Istmo fue proclamado Territorio Federal el 29 de mayo de ese año, siendo su primer Gobernador el tehuantepecano Máximo Ramón Ortiz. De esta etapa los personajes centrales fueron Meléndez y Ortiz.

En 1857 existieron graves tensiones entre los dirigentes istmeños y las autoridades de Oaxaca, que fueron medianamente resueltas mediante una serie de maniobras políticas, como elevar a Juchitán a la categoría de Villa y a Tehuantepec a la de Ciudad.

Heliodoro Charis Castro
El tercer intento por la independencia del Istmo fue el que encabezó Albino Jiménez (Binu Gada), que dio comienzo en septiembre de 1870 en Juchitán, y que fue secundado por el pueblo de San Blas. Aunque en esa ocasión las razones aparentes fueron de índole fiscal, los principales actores sabían que el motivo de fondo era la anhelada autonomía política, como dejaron plasmado en diversos documentos.
El cuarto intento fue el que encabezó Miguel Petriz en Tehuantepec, diez años después (en 1880). Ésta, al igual que la rebelión anterior, tuvo como razón aparente los altos impuestos que el Gobierno del Estado pretendía cobrar a los istmeños, pero como trasfondo cierto la autonomía política. Aunque dicha rebelión no tuvo gran trascendencia, debe ser tomada en cuenta en la larga lucha por la autonomía regional; tal como la de Ignacio Nicolás (Mexu Chele), quien se levantó en armas dos años después (1882), en Juchitán, por las razones anteriores, constituyendo el quinto intento por segregar el Istmo de Oaxaca.

Con la ‘paz porfiriana’ los pueblos istmeños vivieron en relativa calma. No obstante, una vez que Porfirio Díaz dejó el poder, todo el país comenzó a convulsionar y nuestra región no fue la excepción. El 2 noviembre 1911 se levantó en armas el licenciado José F. Gómez (Che Gómez) en Juchitán, siendo secundado por habitantes de muchos pueblos zapotecas aledaños. Las razones de esta lucha eran de carácter político, pues se exigía la democratización de las autoridades y la independencia del Istmo con respecto Oaxaca, como ha sido bien documentado. Este fue el sexto intento, que terminó con el asesinato de ‘Che Gómez’ en diciembre de 1911. 

Rebeldes chegomistas en 1911
La séptima tentativa fue del juchiteco Adolfo C. Gurrión en 1912. Ella no fue de carácter violento, sino mediante el uso de la palabra, ya que el profesor Gurrión era Diputado Federal. En varios de sus discursos dejó ver sus intenciones de solicitar formalmente la secesión de los Distritos de Juchitán y de Tehuantepec para constituir un Territorio Federal, pero fue asesinado antes de que lo consiguiera. Casi a la par, el tehuano Manuel Garfias Salinas publicó un periódico llamado ‘El Istmo Libre’, donde impulsaba la misma idea separatista, y que podríamos considerar como el octavo intento. 

En 1917, los Diputados zapotecas José F. Gómez hijo (juchiteco) y Crisóforo Rivera Cabrera (tehuantepecano) solicitaron formalmente al Congreso Constituyente, reunido en Querétaro, la creación de un Territorio Federal, dando razones históricas, económicas, políticas y étnicas para conseguirlo, lo cual no fue posible, a pesar de las promesas hechas por Venustiano Carranza a los zapotecas istmeños durante la lucha revolucionaria. Este fue el noveno intento.

La décima ocasión fue nuevamente de carácter militar. El joven Heliodoro Charis Castro proclamó el Plan de San Vicente en la ciudad de Juchitán a finales de 1919. Charis aglutinó tras dicha bandera a un gran número de personas de diferentes poblaciones, logrando derrotar a los carrancistas en mayo del año siguiente. No obstante, la coyuntura política alejó a Charis de la región del Istmo, convirtiéndolo en un destacado General de División, impidiendo que llevara a término su intención original.

La onceava intentona por separar al Istmo de Oaxaca la encabezaron dos médicos juchitecos, Valentín Carrasco y Roque Robles, para lo que contaron con el apoyo resuelto de Heliodoro Charis Castro, quien les proporcionó armas y su prestigio. Esta rebelión fracasó y los líderes fueron asesinados en mayo de 1931.

Escudo Comité Melendre
El penúltimo intento separatista fue el que encabezó el eminente médico cirujano originario de San Blas Atempa, Facundo Génico Salinas en la década de los sesentas. A su muerte, se fundó una asociación que se denominó Comité Pro Creación del Territorio o Estado del Istmo en su pueblo natal. Él, al igual que casi todos sus antecesores, murió violentamente por “razones políticas”. Se sabe que Génico fue médico de cabecera del General Heliodoro Charis Castro y, en cierta medida, su ahijado político, de donde retomó la idea secesionista. 

El más reciente intento por crear un Estado Libre y Soberano comenzó en el año 2004 con la fundación del Comité Pro Independencia del Istmo “Che Gorio Melendre”, que en 2006 cambió su nombre a Comité Autonomista Zapoteca “Che Gorio Melendre”. A diferencia de los grupos o líderes anteriores, el Comité Melendre ―como también se denomina―, propugna la idea de crear una Entidad Federativa donde estén aglutinadas todas las poblaciones zapotecas. Es este caso pulen el postulado original, que pasa de querer la conformación de un Estado que tenga como base una delimitación geográfica, a uno que tenga como fundamento la identidad étnica. Este sería el treceavo intento por lograr aquél viejo sueño que comenzara José Gregorio Meléndez en 1847…