Gubidxa Guerrero
Paradojas de la geopolítica. Mientras en Estados Unidos el soldado Bradley Manning es condenado por las filtraciones hechas a WikiLeaks, Rusia concede asilo temporal a Edward Snowden.
Los dos casos más sonados de filtraciones de información sensible al mundo acaparan los titulares. Como recordarán los apreciables lectores, Manning "robó" miles de cables diplomáticos de las embajadas estadounidenses por todo el mundo. En ellos, se evidenciaba el desprecio que la potencia más poderosa del orbe siente por sus países "amigos", lo que no sería perdonado por las autoridades de aquel país. Pero si el caso anterior enojó mucho a los mandamases del imperio, las revelaciones de Edward Snowden causaron indignación.
Y es que Snowden desnudó todo al régimen estadounidense, dando a conocer el espionaje generalizado que se efectúa en contra de los ciudadanos del mundo. Cuando la noticia anterior se hizo de dominio público, Edward Snowden no tuvo más alternativa que huir. En el transcurso de su fuga, quedó atrapado en la zona de tránsito del Aeropuerto Internacional de Moscú.
Desde hace más de un mes, millones de personas comenzaron a contar las horas de este caso. Varios países rechazaron el pedido de asilo de los abogados del perseguido; algunos otros se ofrecieron de buena manera a colaborar, como Bolivia, Nicaragua o Venezuela; y otros más, pospusieron su respuesta.
Hace pocas horas Rusia desafío a Estados Unidos. Contrariamente a lo que algunos analistas esperaban, los estrategas eslavos optaron por conceder asilo temporal a Edward Snowden apenas un día después del golpe contra Manning.
Un importante sector del mundo suspiró de alivio por esta valiente de decisión, pero la relación EEUU-Rusia, indudablemente, se dañó.
Por fin pudo Vladimir Putin corresponder a las ofensas que desde hace algunos años vienen perpetuando las administraciones yanquis contra su gobierno. Recordemos la polémica por el escudo antimisiles que Estados Unidos pretende instalar en países vecinos a la Federación Rusa…
Falta esperar la reacción de Barak Obama y los suyos. Después de todo, éste sabe que Snowden es una moneda que bien podría canjearse mediante la flexibilización de su postura en otros temas de importancia.
Por lo pronto, pudimos ser testigos de un nuevo episodio de la disputa entre dos grandes potencias, tal como en los viejos años de la Guerra Fría…
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Texto publicado en Enfoque Diario el viernes 02/Ago/2013.